La increíble historia de “Almendra. 1970”, el documental de la cordobesa Alcira Luengas

En el marco de la segunda edición de Escenario, festival dedicado íntegramente a la relación del cine con la música y que se realizará del 10 al 30 de Octubre en www.cont.ar, se estrenará el documental inédito Almendra. 1970, de la directora cordobesa Alcira Luengas

La realización da cuenta de los prolegómenos de la separación del grupo pilar del rock argentino, y se dispondrá en la sección Homenajes del encuentro audiovisual.

El estreno corona una investigación con tintes de milagrosa, por cuanto en ella convergieron la determinación de familiares de Luengas (fallecida en 1997) y amantes del cine de visibilizar su producción desconocida con un azar que conspiró a favor. 

Es que Alcira hizo el relevamiento de Almendra como tesis de su carrera en el Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral; y luego de haber conseguido el objetivo de recibirse, dejó el corte final y sus descartes a esa institución educativa. 

A su casa de Córdoba, llevó algo, sin que sus familiares supieran bien qué. 

Luego, el paso del tiempo jugó sus cartas: Luengas diversificó su actividad y se estableció en La Rioja, y cayó en el olvido su trabajo sobre esa bendición de canción rock formada por Luis Alberto Spinetta, Emilio Del Guercio, Edelmiro Molinari y Rodolfo García. 

Y así fue hasta que un sobrino pudo parar a la madre de Luengas en su afán de quemar lo que la cineasta había archivado en un altillo. Entre otras cosas, salvó de las llamas una caja de cartón que decía “Almendra” y que contenía dos carretes de sonido, un atado de fotos inéditas y un rollo de 16 milímetros con material desclasificado. 

“Eso es todo lo que sabíamos y teníamos. Entonces, se me ocurrió relevar ese material para ver qué podía llegar a ser. Para eso, pedí que el trabajo se hiciera mediante un convenio con el Ministerio de Cultura de la Nación y el CDA (Centro de Conservación y Documentación Audiovisual) de la UNC”, dice el también cordobés Iván Wolovik, factótum de Escenario y receptor de toda la información relacionada a Luengas del documentalista Julián Lona, sobrino-nieto de la realizadora. 

“Mientras esperábamos este convenio, Julián mandaba como oculto ‘Almendra grabando en vivo’, y hasta donde yo sabía, no existía registro de Almendra en vivo. Para mí, había una pieza que faltaba. Sobre todo porque los archivos sólo eran de audio”, amplía. 

“A partir de ahí, empezaron a pasar cosas muy locas. Muy sorpresivas”, apunta Julián Lona desde Madrid, su nuevo lugar de residencia. 

Y sigue: “Veo en Facebook que Pablo Bertoldi, productor del documental Comarca Beat, hecho en Santa Fe, postea algo relacionado al uso de imágenes de Alcira. Me puse en contacto con él y resultó que, efectivamente, había revelado las imágenes de un vivo de Almendra, del que nosotros sólo teníamos el sonido”. 

“Fue entonces que Pablo me empieza a nombrar a Cecilia Volken, hija de la productora de la tesis que hizo mi tía. Me cuenta que ella había guardado ciertas latas. Entonces, decido linkear con Gabi Patrono, uno de los organizadores del festival Escenario que hace (el ciclo) La Nave de los Sueños en la Biblioteca Nacional, en el que yo supe estrenar mis producciones. Quedó picando está historia y ya después me empezó a llamar Iván. Fue él quien se cargó todo el proceso”, redondea Lona.  

Alcira Luengas nació en Laboulaye, estudió en Santa Fe y murió en La Rioja, donde desarrolló su carrera de documentalista. (Gentileza Julián Lona)

En síntesis, el trabajo de restauración de Almendra. 1970 hizo que los impulsores de Escenario atestiguaran dos hallazgos, separados entre sí por 350 kilómetros. 

En Córdoba, los sobrinos de Luengas atesoraban entre sus descubrimientos cintas de audio relacionadas al cuarteto, de una época en la que ya había revolucionado la música popular argentina.  

Y en Santa Fe, Cecilia Volken y el equipo de Marea Doc (el del citado Comarca Beat) tenían 40 minutos de backstage y descartes nunca antes vistos, de la misma procedencia, pero en riguroso silencio. 

Fue Wolovik quien advirtió la simultaneidad y unió las puntas del mismo lazo: “En Santa Fe tenían revelado ese material y avisaron que contaban con 40 minutos más de descartes del documental original. Hablamos de material que no tuvo destino de corte final. Yo tenía la teoría, a partir de los nombres de las cintas de sonido, de que todo tenía que ver con todo”. 

“Empecé a relacionar… Cuando digitalicé el audio en Córdoba, a través de un magnetófono Nagra, y confirmé que era el que correspondía a las imágenes que venían de Santa Fe, sentí que estábamos ante un evento histórico. Esa idea se refuerza con que el material cumple 50 años una semana después de comenzado el festival”, se entusiasma Iván, al tiempo que advierte que su sentimiento particular se convertirá en general con Escenario en marcha. 

“Ya desde la primera imagen te cautiva”, asegura sobre un material que condensa tres días completos junto a Almendra, incluyendo una charla en Arribeños (la casa familiar de los Spinetta, donde funcionaba la sala de ensayo), una jornada de grabación en los estudios TNT y el registro de su último concierto.

“La película tiene el plus que muestra a Almendra en pleno proceso de separación –spoilea Wolovik–. Capta esa sensación de diáspora y da cuenta de que daban vueltas por ahí Pappo, Pomo (Lorenzo) y (Carlos) Cutaia, amigos que veían cómo (el baterista) Rodolfo García y (el bajista) Emilio del Guercio no querían saber nada con tirar todo por la borda”.  

Almendra. 1970 es un rescate emotivo y valioso. No caben dudas al respecto. No obstante, aún sigue siendo un misterio la tesis que le permitió recibirse a Alcira Luengas. 

Julián Lona: “Tal cual, un gran misterio. Hay material circulando en YouTube, posteado por usuarios a los que contacté y que me dijeron: ‘Los descargué de internet’ o ‘Los saqué de un DVD que compré en la peatonal’. Y después vimos que el Bios de Spinetta (Nat Geo) usó las imágenes sin citar y que (la revista) Gente hizo lo mismo cuando publicó un VHS de ‘La Historia del Rock Argentino’”. 

Por último, tanto Wolovik y Lona coinciden en que estamos ante “uno de los primeros documentales del rock en Argentina”. 

“Y es llamativo que lo haya realizado una mujer –apunta Lona–. Decir que uno de los primeros documentales del rock nacional fue filmado por una mujer es políticamente interesante”. 

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Almendra, en la cámara de Alcira Luengas. (Gentileza Julián Lona)