Flor Paz busca dejar su propia huella: Si mezclás por mezclar, puede salir cualquier cosa

Para mucha gente, Flor Paz es todavía “la hija de” su papá Onofre, histórico líder de Los Manseros Santiagueños. Sin embargo, esta porteña de raíces santiagueñas ya ha empezado a forjarse un nombre propio a partir de una mirada renovada de la música autóctona y se encuentra en un momento artístico que promete ser bisagra en su carrera.

Efectivamente, y luego de ganar un premio Gardel como “mejor álbum artista nuevo de folklore” por su segundo disco, Despertar (2018), la cantante tenía previsto editar su tercer trabajo en 2020, un año que obligó a cancelar planes por doquier.

“Estamos casi en el final de la producción”, cuenta ella sobre este material que desarrolla desde hace casi dos años junto con el prestigioso productor Juan Blas Caballero (Soledad, Abel Pintos). “Como tallándolo a mano”, describe Paz sobre el modo de trabajo que vienen empleando en conjunto: “Más allá de este disco, lo que yo gané de aprendizaje y de formación no tiene precio, en todo sentido”.

“Nos agarró la pandemia y empezamos a ir un poco más lento, porque al no poder encontrarnos físicamente todo se demoró”, apunta.

“Yo también estaba esperando un poco para ver si lo podía presentar con el público. Pero considerando que esto va a seguir, antes de que termine el año lo voy a sacar, seguro”, adelanta sobre el material del que ya adelantó dos canciones en las que su nombre se lee en los créditos de autoría: Algo de mí y Una canción que no terminará.

“Me estoy animando a hacer algo que siempre deseé hacer. Lo que pasó con mi disco anterior me dio la confianza para seguir escuchando lo que a mí me gustaba, apostar a canciones nuevas, a nuevos compositores, a componer yo. Yo vengo de una familia de músicos, y la verdad que canciones hermosas en mi casa sobran. Mi idea también es tratar de dejar mi huellita y que la gente también conozca cuál es mi identidad. Si bien es una extensión de mi viejo y llevo la chacarera en la sangre, también me gusta ponerle ese toque femenino y de esta generación, que es la mía”, resume la artista.

–¿Cómo se da el ir y venir entre esas raíces y ese impulso más moderno?

–Cuando empezamos a pensar este disco, siento que costó. Yo quería salirme de una región, de cantarle sólo a Santiago del Estero. Quería que sea un disco que, se escuche donde se escuche, se sepa que es folklore. Va apuntado más a lo latinoamericano. Y si bien tiene un toque de modernidad, me fui más a la raíz todavía, porque tiene instrumentos más autóctonos. No hay baterías, es todo percusivo. Todo cuero, semillas, charango, vientos, sikus, quenas. Es más originario, pero a la vez con una mixtura de audio, de sonidos del presente. Es una fusión que llevó mucho tiempo de elaboración. Pero cuando estás en la búsqueda de lo que va a ser tu identidad, es muy importante hacerlo bien. Es como la comida: si mezclás por mezclar, puede salir cualquier cosa. Hay que tenerle mucho respeto a eso.

En pantalla

“Es una experiencia nueva para mí. Sobre todo después de estos meses que estuvimos atravesando en cuarentena, en los que estuve produciendo, haciendo muchas cosas, videos, colaboraciones con otros artistas”, dice Paz sobre su próximo desafío, que no es otro que su primer concierto vía streaming.

“Es algo que nunca viví. Estoy muy entusiasmada porque es lo más cercano que tenemos hoy los artistas para poder volver al escenario y estar en contacto con la gente. Lo estoy preparando de la misma forma que cuando voy a un festival o cuando nos presentamos ante el público”, adelanta sobre la producción que será gestada y transmitida en vivo, el 10 de octubre, desde un estudio de grabación.

Para Paz no se trata sólo de tocar frente a cámara, sino de generar una puesta audiovisual especialmente diseñada. “Lo que pensé desde un comienzo es que para pasar del formato “desde casa” a hacer un show en streaming había que ofrecer algo diferente y redoblar la apuesta en todos los sentidos”, explica.

“Trabajamos para que la calidad de audio sea excelente. A nivel audiovisual, vamos a grabar a cuatro cámaras en HD, con una grúa. Desde el vamos, tratamos de que la gente diga: ‘Bueno, voy a invertir en pagar una entrada, pero vale la pena porque voy a ver un show de verdad’”, agrega Paz sobre “Florecer”, el espectáculo que desde su título da cuenta de esta nueva etapa, tanto a nivel individual como colectivo.

“Al ser una artista nueva, esto es como tirarse a la pileta, no sabés si hay agua o no. Pero la verdad es que siempre disfruto del hacer. Más allá de lo que suceda a nivel cantidad de público, la acción en sí es dar un paso más en mi carrera. No todos los artistas tienen la posibilidad de hacer esto que voy a hacer”, dice sobre la propuesta gestionada junto con la ticketera FunAccess, portal en el que se pueden conseguir los ingresos para el show.

“Después de muchos meses, es un florecer volver al escenario”, reflexiona, antes de soltar un deseo propio sobre un mundo que ya no será el mismo luego del Covid-19: “Para todos, esto que estamos atravesando en algún punto nos hace volver a renacer y a encontrarnos desde otro lado. Ojalá tratemos de que esto no pase inadvertido”.

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Flor Paz enfrenta el desafío de su primer “streaming”. (@laureanafenoyph/Gentileza prensa)