Entrevista a Connie Isla: “Lo que hago excede a Instagram”
Connie Isla lanzó una canción titulada Sexo sentido, con el respaldo de un clip en el que participan “reconocidos personajes de las redes” como Papryka, Fede PopGold, Facu Arrigoni y Dayana Bermúdez.
La comunicación oficial del lanzamiento (un cumbión que nace desde el vals Para Elisa) evita la caracterización “influencers”, quizás con la finalidad de que ésta neutralice las campañas que Isla desarrolla en cuanto activista.
Más específicamente, se trata de una militancia sostenida en contra del maltrato animal y a favor del veganismo, la sustentabilidad y el medio ambiente. De luchas que están bien narradas y mejor contextualizadas en el libro Más luz x favor, recientemente editado por Penguin Random House.
“No me molesta para nada que me digan influencer. No reniego… Mirá si me va a molestar eso en un mundo lleno de etiquetas”, dice Connie Isla en el arranque de su charla con VOS.
“Si bien creo que lo que hago excede Instagram, yo vengo de ahí. No reniego de que me digan influencer porque, por un lado, lo soy. Y gracias a que lo soy, gracias a las redes, llegué a un montón de lugares y personas para plantear otras cosas”, añade la también dueña de Vrote (marca indumentaria creada bajo el concepto de diseñar prendas veganas, cruelty free y artesanales) y creadora de un modelo de ukelele para Bamboo.
-Ahora bien, ¿qué te movió a escribir sobre sexo y juegos de seducción?
-Vengo escuchando muchas canciones en el reggaetón, en el trap y la cumbia que hablan constantemente de sexo (lo cual no tiene nada de malo) desde un enfoque pura y exclusivamente físico. Cosifican y sexualizan a la mujer. Tetas, culo, es un monotema. Entonces, me dieron ganas de componer una mía que hable de sexo, pero desde la otra cara de la moneda. Que exprese que el sexo no sólo está constituido por la atracción física sino también por otras atracciones: la intelectual, la personal… Por la esencia de la persona, más allá de sus atributos físicos. Me pareció divertido crear algo que parezca sexual, y que use palabras de esa índole, pero dándoles un giro.
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Una publicación compartida por Connie Isla (@coisla) el10 de Sep de 2020 a las 3:03 PDT
-En el clip perrean, twerkean… En su momento se discutió si la mujer no se cosificaba a sí misma de esa forma.
-No creo que sea así. Y de hecho, esta canción no busca bajar línea ni ser una crítica. Simplemente propone otra alternativa. Nada más. Como me pareció que había mucho de eso y poco de lo otro, escribí sobre lo otro. No digo que no hay que hacer canciones que hablen de tetas y culos.
-Papryka es una comediante e influencer cordobesa. ¿Cómo la conociste?
-Nos cruzamos en algunos eventos… Y de las redes. Y coincide que somos embajadoras de una marca (Natura) con la que nos fuimos a Rio de Janeiro. Somos amigas, tenemos muy buena onda.
-En la canción “Equidad” planteás que a una calamidad, le sigue una conquista. “No hay respeto pero hay más derechos”, se te oye. Con esa lógica, deberías creer que vamos a salir mejores de la pandemia. ¿Lo creés, realmente?
-Tengo dos respuestas. La primera es que, lamentablemente, el ser humano es hijo del rigor. Nunca se alerta hasta que le pasa algo. No tiene incorporada la capacidad de prevención. Cree que toda calamidad le pasará a otra persona y en otra geografía. Y después se le viene todo encima y no sabe cómo reaccionar. Y por otro lado, me considero realista (algunas personas me consideran pesimista), al observar que la sociedad está cambiando un montón. Veo esta consciencia colectiva en la que hablo en Equidad, por supuesto. Los movimientos que la expresan están creciendo de manera exponencial. Pero más allá de eso, tenemos el tiempo totalmente en contra. Corremos contrarreloj. Si hay gente que logró cambiar sus hábitos en cuarentena, no creo que sea la mayoría. Está buenísimo, igual. Nada es en vano.
Connie ni se plantea si su activismo eclipsa a su producción musical. (Gentileza Prensa CI)
-El mundo es insalvable, entonces.
-Contesto que no cuando me preguntan “¿Creés que ya estamos a tiempo de salvar el mundo?”. Hace años que se suceden catástrofes, cosas horribles con un montón de muertos, especies extintas y ecosistemas que se vinieron abajo. Que mejoramos y que estamos entrando en un estado más empático y respetuoso y solidario, definitivamente. Pero falta un montón.
-¿Qué sentimiento te atraviesa cuando ves una montaña arder, tal como pasó en Córdoba hace días?
-Al ser activista, al estar en contacto permanente con las catástrofes y desgracias, me fui inmunizando, anestesiando. Y no te queda otra, porque si estás sufriendo todo el día a flor de piel, te querés morir y desaparecer. Tenés que anestesiarte porque debés transmitir tu mensaje y movilizarte. Me da tristeza ver arder una montaña. Ni siquiera bronca.
-Hace unos días, Fabi Cantilo me dijo que pocas cosas asustan más que una mujer empoderada. ¿Estás de acuerdo?
-Definitivamente es así. Una mujer empoderada es una amenaza. Gracias a todos los cuestionamientos contemporáneos y avances culturales, cada vez es menos. A las mujeres siempre se nos tratará de reducir a los roles de madre, de ama de casa o de persona que debe complacer sexualmente. Vivimos en una sociedad patriarcal, no hay lugar para la mujer empoderada en este sistema.
-¿Tu activismo no eclipsa tu impacto como artista pop? Quiero decir, una campaña se puede chupar el encanto de una canción pop.
-No es algo que me preocupe. No me quita el sueño. Y ni me lo planteo. Tanto mi activismo como mi música son 100 por ciento simbióticos. Ambos se benefician el uno del otro. Mi música no sería lo que es si yo no estuviera involucrada en estas causas. Y las causas no tendrían el alcance que tienen si no hubiera sido por la música. Porque me hice conocida en Instagram por los covers. Es algo que se retroalimenta. Obviamente, no es fácil encontrar un balance. Pero insisto, no me lo planteo.
-¿En qué momento se produjo el salto de intérprete a cantautora?
-Recientemente lancé un libro, en el que cuento todo esto en detalle. Pero te lo resumo: toda la vida supe que quería dedicarme a esto, a la música. Y obviamente, a “ayudar”, como le decía yo de chica… Antes de empezar a hacer covers en Instagram, ya me había ido a Los Ángeles y había estado grabando allá con una discográfica. No funcionó porque era un mundo muy siniestro, muy jungla. No me gustó y me volví. Y ahí fue cuando empecé con Instagram. Igual, ya tenía un montón de canciones grabadas allá. En inglés… Cuando volví, mi prima me insistió para que me expresara por esa vía, a lo que me opuse con un “no, quiero hacer mi música original, nunca me voy a hacer conocida por una red social”… Pero me convenció, subí covers, empezaron a funcionar y en un momento me sentí lista como para volver a crear mi música. Hubo un proceso…
-Que transitaste paciente.
-Ta cual. Hay tres canciones anteriores a Luz y Fuego (2019), que son más pop, más naif. Todo eso tuvo que pasar para que dé a ese disco. Fue un proceso. Hay gente que nace y ya escribe unas canciones tremendas y otras, como yo, a la que le lleva tiempo. El proceso está tan bueno como el resultado.
Mujer de acción
# En Octubre 2019 nació Vrote, su marca indumentaria. Bajo el concepto de diseñar prendas veganas, cruelty free y artesanales. Carteras, bolsos, zapatillas y zapatos son algunas de sus nuevas propuestas.
# Lanzó su propio Ukelele, a través de Bamboo Ukeleles con un diseño exclusivo hecho por ella misma. En el que a través de una campaña solidaria donó 50 ukeleles a escuelas de barrios populares.
# Artistas como J Balvin, Wisin, Carlos Vives y Sebastián Yatra han compartido en sus propias redes sociales aquellos covers con los que Connie empezó a volverse popular. Eso pasó algunos años atrás.
# En 2018 fue convocada por FOX Entertainment para cubrir vía redes el pre estreno del filme Bohemian Rhapsody, sobre Freddie Mercury y Queen.
# Creó “Músicos del Alma”, fundación sin fines de lucro que impulsa y promueve diferentes acciones solidarias y shows acústicos gratuitos en hospitales y en diferentes lugares para quienes más lo necesitan.
# Comanda “Buenos Aires Health Save”, grupo de activistas que cocinan gran cantidadde viandas veganas para ayudar a gente en situación de calle y vulnerabilidad social. Son repartidas en paquetes biodegradables