Entrevista a Baltasar Comotto: “Estoy en plena búsqueda”

El presente artístico de Baltasar Comotto se debate entre extremos expresivos. 

Es que al tiempo que publicó un simple en clave electrorock y con la sola compañía de un músico, prepara un show en streaming con Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado

Entonces, en un extremo íntimo esta Kiev, un medio tiempo en el que el “violero atómico”, tal como lo bautizó Luis Alberto Spinetta para graficar su talento desbordante, tira arpegios sobre una base electrónica y un entramado digital generado por Alejo Ferreres. 

Y en el otro, en el masivo, los ensayos protocolizados con sus compañeros de la numerosa banda que apuntaló al Indio Solari solista y que ya lleva 15 años de actividad. Es para celebrar esa efeméride, precisamente, que ofrecerá un show el próximo sábado 26 de septiembre, desde la plataforma Ticketek Live

Así, la vida artística de este guitarrista transcurre entre la discreta exposición de su mundo privado de cara a un nuevo disco y su participación decisiva en un evento de alcance incalculable. 

“Es una versión nueva del tema que surgió con Alejo Ferreres (también conocido como Electrogurú). Es más tecno que el original y estoy muy contento. Tanto con el resultado como con la recepción que tuvo”, dice Comotto sobre Kiev y en el arranque de su contacto con VOS

“Es un tema, el primero que largué de este disco. Lo podés tocar con una acústica y surgió una versión moderna con sintetizadores. No deja de ser un tema”, amplía cuando se le consulta si el simple se inscribe en un proceso de sustracción. 

Un proceso de “destoque” luego de brillar como guitarrista confiable y explosivo en los proyectos der Spinetta, Calamaro y del ya citado Solari. 

Kiev es parte de un disco de 11 canciones… Algunas son electrorock y maquinosas y otras no tanto. Hay de todo. Surgieron de experimentación en mi casa y después se grabaron en un estudio con Juan Pablo Alfieri, el baterista de Todo Aparenta Normal. Me aprendí las líneas de bajo y las grabé yo. Canciones entre 3 y 4 minutos… Un disco de canciones… Se está armando. Ahora lo estamos mezclando con Eduardo Herrera. Avanzamos avanzando a la distancia”, amplía el músico, quien se desenvuelve en las grandes ligas desde que Spinetta lo llamó para la grabación y posterior representación del disco Para los árboles (2003). 

“Seguramente, me debe haber visto tocar por ahí con (Javier) Malosetti, con Nico Cota… No te sabría decir muy bien por qué me llamó. Pero sí, me sorprendió. Me encontré con un mensaje grabado en el teléfono de mi casa y fui un flash completo. Me propuso grabar Para los árboles y luego formar la banda para tocarlo. Era una gran banda con Rafa (Arcaute), Nico Cota, Javier (Malosetti), Claudio (Cardone) y “Tuerto” (Wirtz). Después se sumó el “Mono” Fontana”, acota. 

-Supongo que te pidió guitarras más sugerentes que explosivas…

-Básicamente, el trabajo consistió en aprenderme las canciones que no tenían un formato estándar. Tenés que tener un conocimiento armónico para tocar esa música. Cisne modula tres o cuatro veces; El lenguaje del cielo tiene pasajes truncos y que cambia… Son temas que tenés que aprender de memoria. Hay un solo en Yo miro tu amor. En fin, yo debía apoyar la cuestión armónica en un disco sofisticado. Y para el vivo, Luis quería estar más relajado para cantar. Más despreocupado. Se acompañaba y cantaba bárbaro en realidad, no sé para qué me llamó. (risas) 

-¿No sentís que su creatividad sin límites hizo que se lo subestime como violero?

-Es uno de los grandes violeros. Por las ideas que filtró desde el instrumento. Para mí, un gran guitarrista es un tipo que compone una canción. La cuestión no pasa tanto por el virtuosismo ni por la destreza técnica, sino por hacer un tema Eso es redifícil. Me llaman la atención los violeros que hacen temas. Jimi Hendrix, Jimmy Page, Pete Townshend, Luis Alberto Spinetta. Trascienden el instrumento. Están en un punto elevado por sus visiones de la música. Luis tenía un sonido magistral y un gusto especial por la experimentación a partir de la tecnología. Cuando lo conocí, no tocaba con guitarras vintage, que seguro que las tuvo. 

-¿Y vos cuándo diste el salto de violero a compositor de canciones? ¿Cuándo te asumiste eso?

-Siempre hice canciones, en realidad. Pero no me considero que haya hecho todo para ser considerado así. Trato de mejorar en los discos, estoy en plena búsqueda. Ahora quiero que el mensaje sea más directo. Un poco es eso. Ne me gusta decir de qué va lo que hago ni explicar las letras porque siento que así condicionás todo. 

Comotto empuña una de sus guitarras sagradas. (Gentileza KVK Fotos)

-¿Fender o Gibson o las dos según la demanda de cada show?

-Me gustan distintas guitarras, distintas marcas.  A Fender la asocio al rock, ni hablar. Hendrix tocó con Stratocaster. Clapton también, con Cream. Pero también la extiendo al funk, al soul. El sonido Gibson tiene un audio buenísimo, me encanta para explotar. Me copan muchas violas. ¡La Gretsch! Y también hay modelos nuevos de emprendimientos boutique, que redefinen la dinámica en el instrumento. Es interminable todo lo que hay. En Instagram hay páginas que te hacen caer las mandíbulas. Mezclan diseños, usan modelos de una marca con micrófonos de otra. Una locura. También estoy copado con las Fano. Las recomiendo.

-¿Te tentaron para ser artista exclusivo de alguna marca?

-Surgieron propuestas y se extendieron en el tiempo. Pero tengo mis violas, ¿viste? Estoy contento con mis violas. 

-¿Y a Indio como llegaste?

-Llegué por Eduardo Herrera, que es el técnico del Tesoro de los inocentes (2004) y de discos anteriores de Los Redondos. El me llevó a (el estudio) Luzbola para hacer el primer disco de Indio. Y luego recomendé a Gaspar (Benegas), porque lo conozco de chico. Y así se forman Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado con Marcelo Torres (bajo) y Hernán Aramberri (batería). Fueron cambiando las formaciones con el tiempo. 

-¿Se dio la tensión natural entre la visión del solista y el flujo natural del músico que acompaña? 

-A ese disco, puntualmente, lo escuché al momento en que lo conocí a Indio. Me encantó y, a partir de ahí, empecé a aportar. Pero había cosas que ya estaban muy hechas, súper editadas. Entonces, traté de ser consecuente con el gusto de Indio. Porque él sabe cómo sonar, qué quiere. Siempre estuvo atento. Pero ese intercambio fue muy fluido. Me dio indicaciones, pero también hubo momentos de “rienda suelta” para tocar e ir aportando. Hubieron libertades y otras cosas más fijas. Indio toca violas y teclados, y con eso arma maquetas buenísimas. Se graba él, además. 

-¿Y vos cómo sos en situación de estudio? ¿Obsesivo o expeditivo?

-La obsesión siempre está. Y quiero ser expeditivo, además. Porque llega un momento en que los temas deben largarse. Pero estoy en los detalles, quiero que los discos suenen de una manera y me concentro en eso. 

-Richard Coleman me dijo que, el año pasado, hubo un momento en que tuvo que aprenderse tres repertorios por su trabajo. Más de 70 temas. Supongo que te ha pasado lo mismo. 

-Sí, claro. Es parte de esta vida. Vas por tu música y aportás a otros proyectos en los que estás involucrado. Me he aprendido repertorios extensos y, al mismo tiempo, he tenido que cambiar el chip en cada caso porque tenés que afrontar estilos diferentes. 

-¿Es estresante esa situación o, a estas alturas, el profesionalismo te permite surfearla sin problemas?

-Los vas surfeando en el momento. Memorizarte temas y cambiar de estilos, la manera de sonar y hasta la dinámica expresiva es algo que vas naturalizando. Me ha pasado de grabar e ir a un concierto sin que una cosa tenga que ver con la otra. O tocar en una misma noche para shows de cuatro diferentes artistas. He pasado por todo lo que te imagines: toqué a las 7 de la mañana, a las 10 de la noche y enganchar con otro de madrugada.

-Bueno, te queda vivir la situación de show en streaming. ¿Te resultará raro tocar para cámaras e  intuir que la multitud está del otro lado?

-No me lo planteo, sinceramente. Lo primero es tocar para uno y sorprenderte a uno mismo. El resto viene después. Si me flasheo en casa pasando los temas, calculo que con los chicos en escena voy a explotar de felicidad. Todo se retroalimentará cuando toquemos en situación de banda. Uno piensa en la interpretación, en dar lo mejor. De ahí arrancás, después da lo mismo si tocás en un colectivo, en un barco o en un casino. 

-¿Estará Indio en el streaming de Los Fundamentalistas? Y no me refiero a su holograma… 

-Preferiría no hablar tanto. Se está armando todo. Va a estar buenísimo. Por ahora, sólo te puedo decir eso. En el show sucederán cosas… 

El show

Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado ofrecerán un show en streaming el sábado 26 de septiembre. Lo harán por la plataforma de Ticketek Live. El evento se ha titulado “Desde los satélites” y su transmisión comenzará a las 17. El show en sí está previsto para las 21. 

 

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Baltasar Comotto, durante la grabación de su simple “Kiev”. (Gentileza Prensa Batasar Comotto)