Una fundación recicla las sandalias que llegan a las playas y las transforma en bellas obras de arte

Una familia de elefantes, un pulpo, delfines, gorilas, tortugas marinas, jirafas, estrellas de mar… Son coloridos y los hay de todos los tamaños, desde pequeños hasta grandes, del mismo tamaño que el de los majestuosos animales que reinan en bosques, playas y selvas. Sabemos que son esculturas y que están inspiradas en las ansias de juego de los niños, que han viajado por el mundo y que nacen del mar. Aunque, quizás, lo que más nos sorprenda sea saber que están hechas de sandalias playeras. Aquellas que han sido arrojadas al mar por personas que creían que no servían para nada. Pero sí servían, y mucho.