Cesar Isella y el Festival de Cosquín: entre su presencia fundacional y las polémicas

Más allá de la página decisiva que César Isella tendrá dentro del libro de la música popular argentina gracias a sus canciones (muchas convertidas en grandes clásicos) y a su participación fundamental en un grupo emblemático como Los Fronterizos, su nombre quedará siempre asociado al Festival de Cosquín.

Desde el mismo origen del mayor encuentro folklórico, Isella tuvo un aporte destacado, ya que desembarcó con el mencionado grupo en la tercera edición en 1963. Aunque Los Fronterizos ya era un conjunto muy reconocido, Isella supo contar que aceptaron ir por los viáticos fascinados por lo que se estaba gestando en las calles coscoínas.

“Cuando nuestro representante tiró la cifra que cobrábamos por cada actuación, recuerdo clarito cómo la palidez fue ganando los rostros coscoínos. ¡No había doctor que valga! Era algo casi violento, preocupante”, rememoró al respecto el músico hace algunos años.

Con el tiempo, “Los Fronte” se convirtieron en uno de los números más convocantes y queridos de aquellos primeros años protagonizando un verdadero “clásico futbolero” con el otro popular cuarteto salteño de la época: Los Chalchaleros.

Tras abandonar sorpresivamente el grupo cuando estaba en la cresta de la ola, Isella se une al movimiento del Nuevo Cancionero Argentino y comienza a registrar destacadas actuaciones en el Festival con su proyecto solista.

Tras el exilio en los años de la dictadura cívico-militar, el músico protagoniza un gran regreso en 1984, año en que también vuelve Mercedes Sosa. En la década de 1990, cambió su perfil y coordinó la Peña Oficial, años en los que promovió el llamado folklore joven y fue uno de los principales promotores del fenómeno llamado “Soledad”.

En 2012, con motivo de celebrarse sus 50 años con la música, quedó en medio de la polémica al catalogar a “la Sole” como “desagradecida”. Aunque anunció que ya no participaría más del festival esgrimiendo la ausencia de grandes poetas y músicos, regresó para una última actuación en 2017, en la que recibió silbidos al pedir un aplauso para Hernán Lombardi, secretario de Medios Públicos por aquellos años. “Esto es la democracia”, se justificó, con el sello frontal que siempre lo caracterizó.

César Isella. (La Voz)