12 Veces que la bondad venció al ego y nos devolvió la fe en la gente

A veces, lo más poderoso que alguien puede hacer es lo más sencillo: escuchar en lugar de sermonear, perdonar en lugar de pelear, ayudar sin llevar la cuenta. Estas historias demuestran que la amabilidad cotidiana, la que no tiene glamour ni publicidad, tiene el poder de cambiarlo todo.
A veces, lo más poderoso que alguien puede hacer es lo más sencillo: escuchar en lugar de sermonear, perdonar en lugar de pelear, ayudar sin llevar la cuenta. Estas historias demuestran que la amabilidad cotidiana, la que no tiene glamour ni publicidad, tiene el poder de cambiarlo todo. Genial RSS

