La historia de Rossy de Palma, que demostró que para ser feliz no tienes por qué ser un modelo de belleza

“Picasso en vida”, “fea guapa”, “picassiana”, de qué forma no llaman a esta actriz española. Sin embargo, la propia Rossy de Palma es indiferente a cualquier apodo, incluidos los poco amables. A pesar de todas las críticas rencorosas, la estrella del cine europeo sigue siendo la musa de eminentes directores y diseñadores de moda a sus 56 años.