Jota Figueroa, con camino propio: “Muchas carreras musicales se construyen desde los apellidos”

La historia de José Hernán Figueroa está signada por la música desde siempre, pero a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de los hijos o nietos de artistas célebres, este músico nacido en Río Cuarto buscó despegarse de esa tradición para desandar su propio camino.

Bautizado artísticamente como Jota Figueroa y después de consolidarse como un baterista y percusionista respetado en la escena cordobesa, en 2015 emprendió su búsqueda como cantautor tratando de no pegarse al apellido ilustre que lo acompaña: es nieto de Hernán Figueroa Reyes, uno de las máximas figuras durante la explosión del folklore de la década de 1960 y falleció trágicamente en un siniestro vial a los 36 años. Aunque claro, ese parentesco es un dato que sólo conocía su círculo íntimo. Hasta estos días.

Después de su promisorio disco debut titulado
UNO
, en el que mezclaba historias de viajes y vivencias personales en canciones sensibles y pegadizas, la indagación musical de Jota Figueroa siguió con
Madre
, un álbum en el que experimentó con sonidos electrónicos y un concepto más digital, producido por Carlo Juranccelli. En Espíritu libre (2019),  se zambullió en la canción folk latinoamericana con letras bien emocionales, mostrando una vez más su energía inquieta y versátil.    

En estos meses, Figueroa emprendió un nuevo viaje a México durante el cual grabó su cuarto disco al que tituló Las 9 hijas de Venus. El registro fue realizado más precisamente en Tulum, ese pequeño paraíso en la Rivera Maya donde se estableció junto a otros artistas cordobeses que habían viajado para probar suerte en ese circuito tan apetecible para los músicos independientes: por supuesto, la aventura fue interrumpida por la pandemia que llegó para cambiarlo todo.


Las 9 hijas de Venus
fue publicado en una modalidad novedosa y pensada para estos tiempos, ya que se fue mostrando a través de diferentes videos para cada una de las canciones, con un impronta bien intimista y despojada. Desde hace unos días, el audio también está disponible en todas las plataformas. “Es un video-disco que salió originalmente en YouTube porque la idea central del material era mostrar las canciones crudas y acercarme al público en pandemia de una manera  lo más ‘real’ posible en estos tiempos donde no es posible el encuentro humano”, introduce el autor.

-¿Cómo describirías a este disco en relación a los anteriores, generalmente con más producción y otras búsquedas?

-Tiene una búsqueda mucho más íntima, creo que eso queda claro y me encanta. Tenía ganas de hacer algo despojado de la instrumentación que venían trayendo los discos anteriores y sobre todo de mostrar las canciones como vinieron al mundo. Admiro desde siempre los trovadores y me gusta pensar que es mi lado de la trova que busca salir como creador de canciones. Hay algo en lo íntimo que predispone de una manera distinta a la escucha y que a mí me atrapa y me lleva a lugares profundos donde descubro cosas que atesoro. Estoy feliz con el resultado general porque creo que logramos que parezca una película vieja. Los audios son de escenas y hay algo teatral en el sonido que buscamos desde el principio: como roto, un poco desafinado, muy real, me encanta. 

-Hace poco compartiste un video de una versión de “Zamba del cantor enamorado”, un clásico de tu abuelo. Ahí le agradecés a tus ancestros por la música. ¿Qué cambió para que te amigaras con esa parte de tu historia? 

-Es algo que no había hecho nunca. Vengo de una familia de músiques, compositores y artistes en general. Guardo mucho respeto a mis ancestros y siempre pensé y pienso que lo heredado es la música o el arte. No había cantado las canciones de mi abuelo antes porque siento que se construyen muchas carreras musicales desde los apellidos y los linajes como si fuesen empresas y es algo que no resuena conmigo ni con mi visión de la música. Esta vez canté para su cumpleaños para pedirle permiso de alguna manera y de forma sencilla. Más que nada como un ritual en el que sentí que festejaba  su música y le agradecía haber dejado un permiso implícito para un oficio que para muchas personas de otras familias es toda una decisión tomar ya que socialmente no es fácil el abrirse camino en muchos aspectos de la vida como en otras disciplinas. Da para una charla larga el tema.

-Está claro que en tus canciones siempre está la ligazón a la raíz pero, ¿te gustaría en algún momento incursionar más todavía en el folklore?

-Creo y siento que hago folklore, con el perdón de los puristas. Mi hermano Santiago Beltramo mientras empezábamos a producir un disco de canciones un día me dijo: ‘Claro, ahora entiendo, tus temas tienen tres estrofas y el estribillo porque siempre estás haciendo chacareras’ cosa que obviamente yo no había notado. Creo que es fundamental el folklore tradicional y realmente me encanta, pero al igual que la cultura, el mismo folklore va pidiendo una transformación a través del diálogo con el tiempo y sus agentes. De esa transformación nacen nuevos seres y también nuevas culturas y en esa rueda o charla infinita está la evolución.

Para cerrar y reafirmar su espíritu creativo, Figueroa adelanta que ya está trabajando en un quinto disco. “Estamos maqueteando algo nuevo con mis hermanos Juan Paio Toch e Iñaki Ruibal. Siento una gratitud inmensa y un desafío de estar a la altura creativa y de juego de estos dos bellos artistas que admiro profunda mente”. 

Jota Figueroa, músico inquieto y prolífico. Desde que comenzó con su proyecto como solista, ya publicó cuatro discos. Foto: Belén De La Rosa.
Jota Figueroa por los caminos de la música: espíritu libre y creativo. Foto: Belén De La Rosa.