Juanse, del rock retro y el streaming a su visión de por qué “es lógico que el Papa sea peronista”

Con el estreno de un simple y el anuncio de un show en streaming, Juanse da señales de movimiento en una nueva realidad que ya había hecho zoom a su figura

Más precisamente, que nos había acercado el fundamento de su ardor creativo (como solista y como líder de Ratones Paranoicos) y de su conversión a la fe católica mediante el documental Juansebastián, de Diego Levy. 

Eso pasó en marzo, cuando aún se creía que la pandemia sería un mal sueño de pocos meses. 

Ahora que toda esta cuestión mutó en pesadilla siniestra, Juanse atiende el teléfono y refuerza la sensación de revolución productiva mediante una verba incontenible. 

“La llevo bien. Mientras no nos obliguen a usar el barbijo dentro de casa…”, dice el rocker que en los shows en vivo subvierte el verso “no tengo religión, tengo ansiedad”. 

Sencillamente, porque ahora tiene lo que no tenía, y viceversa. 

-¿Imaginaste venir algo así?

-Sí, porque esto debía salir por algún lado. Es como una reacción a la acumulación de energías que se produjo entre guerras, pobreza, ceguera por el poder… Eso genera enfermedad. Es bíblico eso, ¿viste?  No es que lo haya premonizado (sic), pero siempre estuve preparado para algo así. 

-¿Tanto así?

-Sí. Sobre todo después de viajar mucho. En esa situación empieza una dinámica de ver que en lugares turísticos desde hace más de 1000 años en cuyos alrededores sigue existiendo la misma indigencia y la misma indiferencia ante ella. Indigencia sanitaria y de todos los niveles. Tarde o temprano iba a pasar algo. Y es milenario. Los romanos, cuando el cristianismo empieza a crecer mucho en Roma pero aún no era oficial sino marginal, inventaron un incendio. El incendio de Nerón mientras tocaba el arpa… Eso fue producto de una pandemia: no sabían cómo resolverla y Nerón, que no hizo reuniones con infectólogos, dijo “prendamos fuego a toda esta zona de donde viene la problemática, le echamos la culpa a los cristianos y chau”. 

Vintage y moderno

Juanse puede poner en suspenso hasta un ensayo inminente con tal de desarrollar sus ideas, de respaldar sus observaciones religiosas o socio históricas. U olvidar que tiene material nuevo para promocionar. 

Por eso, para el bien de todos (del público, entorno, periodista y del mismo Juanse) conviene repentizar y llevar la charla para Ataque de nervios, el segundo adelanto de un disco solista por venir y que reincide con una producción vintage, garagera, que trabaja junto a Andrew Loog Oldham, responsable del sonido (y del destino) de los Rolling Stones de los ’60. 

“El disco va con mucha fuerza… Gracias a Ratones, tuve acceso a distintas formas de comprender la estética de la música, pero también de la variedad de opciones técnicas. Todos los dispositivos que usamos con Andrew desde que nos conocimos están preparados para ser usadas hasta vaya a saber cuándo”, expresa Juanse ante la consulta de por qué la radicalización retro. 

“Ratones Paranoicos grabó toda su carrera en el exterior. Salvo los cuatro primeros discos, los demás están hechos en Memphis, en Nueva York o en San Francisco. La gente cree que esta música se hace de una determinada manera, pero, en realidad, hay que hacerla con etapas técnicas que son diferentes a las generales de la ley”, amplía. 

Juanse sugiere que hay margen para múltiples matices dentro de un sonido injustamente considerado conservador. “Con la banda, hemos tenido la mejor época en la historia de la industria discográfica -señala-. Dispusimos de grandes presupuestos, por lo que pudimos viajar y pasar varios meses en las ciudades en las que grabamos o mezclamos”.

“En ese contexto, contamos con (el ingeniero) Steve Rosenthal, que trabajó con The New York Dolls, Blondie, Dylan, Queen, Bowie, Iggy Pop, Ramones… Lo que te imagines, lo grabó él. Bueno, con ese técnico fuimos descubriendo dispositivos que en la cuna del rock & roll, en Estados Unidos,  se han desarrollado de una forma inabarcable”, reseña el artista antes de realizar un minucioso análisis sobre por qué lo retro puede ser nuevo. 

Que es el siguiente: “Termina la Seguna Guerra Mundial y, en los ’50, Estados Unidos se lleva toda la proyección científica de las nuevas tecnologías alemanas. Alemania inventó el micrófono valvular, por ejemplo, un elemento básico y esencial. Los (micrófonos) Neumann fueron fabricados en el 30 experimentalmente y ya en los ‘40 estaban funcionando. Estaban avanzados. La tecnología que usamos ahora no es más que la proyección de los descubrimientos de ese grupo de científicos alemanes, perfeccionados en Japón y Estados Unidos”. 

“Ese estilo que vos notás, y que parece un poco retro, lo reproducís en los headphones de un iPhone y se revela con un diagrama de modernidad increíble. Entonces, en el plano discográfico no hay demasiados misterios: con Andrew conocemos un concepto y lo vamos charlando telefónicamente tres meses antes de entrar a grabar. La ventaja de esta era es que no necesitamos viajar ni de esos grandes presupuestos”, puntualiza. 

Familiar

Las comunicaciones entre Juanse y Andrew son en inglés, aunque en ellas el productor británico se esmera en mejorar su español, el idioma que habla su esposa Ester Farfán y que se habla en Bogotá, la ciudad en la que reside con ella. 

“Con él trascendemos los idiomas –asegura Juanse-. Tené en cuenta que nos conocemos desde 1991. Me sorprendió hace unos días, cuando en una nota con una radio de New York dijo que Ratones Paranoicos es su familia. Eso es real. Tenemos esa especie de conexión permanente que hace que vibremos de una misma manera. Él es el gran inventor de este sonido”. 

-¿Cómo explicarías eso de que ahora tenés religión y no ansiedad, lo contrario a lo que expresa “Para siempre”?

-La parte de esa letra la hizo Andrés (Calamaro) y yo ahora la doy vuelta como un chiste. El que no tenga religión, no hay problema. No hay una distinción entre el católico ritualista y el ateo. Por ahí, el ateo es mejor que el católico ritualista. Hay una apertura grande en el mundo. Cada uno tiene su albedrío. Hay que respetar a la gente que dice que después de esta vida no hay nada. Nosotros creemos firmemente en la resurrección. Y que Jesús vino para todos.

-Eso lo dejás en claro en el documental de Levy. Ahora bien, ¿lo vas a complementar con un libro de memorias?

-Un libro de memorias es un acto de gran egocentrismo. Si escribís novela, en todo caso… Si sos una personalidad determinante en la historia del mundo (qué se yo, Juan XXIII, ponele) tenés cierta obligación de hacerlo para que la humanidad comprenda situaciones gravitantes en la historia. La verdad, no pretendo quedar como una especie de nada. Quiero hacer mi trabajo. Y honrarlo, disfrutarlo… El trabajo, además, da salud y la salud, a su vez, rejuvenece. Interiormente me siento igual de cuando empecé a tocar. 

-¿Les contás las costillas políticas al Papa, a Jorge Bergoglio? ¿Qué podés decir de su alineamiento Justicialista? 

-La Iglesia Católica es una institución que contiene un montón de subestructuras que son funcionales y están construidas racionalmente por el ser humano. El Papa es una figura que está consolidada y consagrada exclusivamente por el Espíritu Santo. Es una función religiosa y espiritual. La única manera de comprender la figura del Papa es mediante la fe. Si no tenés esa fe, lo vas a identificar más con una figura política, como un líder. Y eso se debe a la gran visibilidad de la institución, que tiene 1.700 millones de fieles. Ese dato hace que la Iglesia Católica y el Papa estén en observación permanente. Con respecto a la política social del Papa, es revolucionaria porque todas sus encíclicas (como la Fratelli tutti) lo exponen más allá de ser nuestro jefe. Es lógico que sea peronista.

La retórica de Juanse no resulta funcional a la grieta. Al menos al teléfono, sus reflexiones suenan medidas y explicativas, no buscan confrontar: “El peronismo es el movimiento que ha dado la mayor cantidad de soluciones y reivindicaciones sociales a un sector postergado. Antes del peronismo no existían los ministerios de Salud ni de Acción Social. Hasta antes de aquel 17 de octubre, el pueblo trabajador estaba sometido a la obediencia de una clase superior. Los necesitaban para producir, pero no lo querían en las fiestas. Y no tenían instrucción porque se la impedían. Si querés, hasta San Francisco de Asís era peronista”. 

Juanse interpreta como lógico al Justicialismo de Bergoglio porque los católicos se identificación con la pobreza. “Hacia todos los necesitados, no sólo para quienes necesitan mantas o zapatillas –advierte-. También para los que necesitan acompañamiento, aceptación interior”. 

-¿Y ves que esas premisas se cumplan, realmente?

-Mirá, yo vivo en (el porteño barrio) Belgrano y veo señoras impecablemente vestidas que se largan a llorar porque hay un gatito solo y después viene un pibe descalzo y salen corriendo. Debemos aprovechar la pandemia y reflexionar sobre qué es lo más importante para nosotros, cuáles son nuestras prioridades. ¿Nosotros o nuestro prójimo? En la medida que sea el prójimo, se van a empezar a solucionar todos nuestros problemas. 

Lo que hay

Simples. Hace unos días, Juanse presentó Ataque de nervios, segundo adelanto de su nuevo álbum y sucesor de Muchacho corazón.

Video. El estreno llegó con un clip dirigido por Nico Sedano y Migue Vázquez, en el que se ve a una chica que pulsando la tecla play de un vintage CD player portátil y desatando un sensual baile.

Streaming. Juanse ofrecerá un show en streaming el domingo 25 de octubre desde el Movistar Arena. Tendrá de invitados a Gabriel Carámbula, a Fachi (bajista de Viejas Locas) y al “Zorrito” Von Quintiero. Entradas en www.movistararena.com.ar

 

Juanse, fotografiado en París. (Gentileza CZ Comunicación)