Entrevista con Hipnótica: “Estamos cambiando la piel”

Hipnótica estrenó simple hace unos días y dejó seteada la sensación de que vive un período de cambios. 

Es que en Algo, el tema en cuestión, Nahuel Barbero y Hernán Ortiz no sólo abandonan el perfil orgánico que caracterizaba al pasado inmediato del proyecto, sino que en el clip también tiran pasos que sugieren una refundación como performers

El dúo mantiene inalterable su eficacia pop y su pulcritud, sólo que ahora los suntuosos arreglos vocales se suben a un groove electro.

Y el mensaje sugiere la apuesta a un pleno. “Si después de tanto andar/ no llego a ningún lugar/ prefiero gozármela el tiempo que me queda”, dice el estribillo de Algo, que tuvo producción de reputado Nico Cotton

En la industria de la música, si estás en búsqueda permanente con nuevos anhelos todo el tiempo, y el éxito es una zanahoria a la que le das mordiscos eventuales, puede llegar el momento en que te plantees “relajémonos, disfrutemos todo, basta de estrés”.

A juzgar por la letra citada, Hipnótica parece estar en ésta.  

“Yo creo que en nuestras canciones siempre hay un 50/50 entre lo autorreferencial y lo que fantaseamos”, dice Nahuel Barbero en contacto con VOS

“Es la manera en la que tratamos de ver la vida, pero también es un escenario ideal que proyectamos –aclara-. Somos muy conscientes del mundo en el que vivimos, todas las miserias que nos atraviesan, y con la posibilidad de ‘gozar’ no queremos frivolizar, ni bajar línea pseudo zen”. 

“Pero sí, queremos recordar que todo es muy efímero, que no hay certezas de ningún tipo. Y ante la incertidumbre, es positiva la posibilidad de darte lo que sea que te haga bien”, interviene Hernán Ortiz para redondear.

Ortiz y Barbero, de elegante sport. (Gentileza Mateo Lona, Guada Varela Mema e Isu Medina)

-“Clásico”, el título del disco precedente, no parece haberse puesto al azar, ya que se corresponde con una obra orgánica y fina. ¿Están decididos a romper con ese perfil? 

-(Nahuel Barbero) No sé si el término sería romper. Estamos cambiando la piel. Clásico fue una experiencia hermosa, en la que logramos simplificar la propuesta, dejando al descubierto muchas cosas del costado más íntimo y de raíz que tiene el proyecto. Y ahora estamos decididos a probarnos otras ropas, otros colores, jugar con eso. Algo es un camino en ese sentido. Definitivamente. 

-¿El perfil de más groove, más patterns y menos timbres se extenderá al resto del disco por venir?

-(Nahuel Barbero) El nuevo disco va a ser ecléctico. Con el pop como eje, pero con muchos matices. Creo que influye el hecho de que estamos trabajando con distintos productores de la escena. Eso nos da una diversidad en texturas y colores, mientras que nosotros hacemos al elemento que aglutina o le da homogeneidad al proyecto.

-¿Qué se consigue con Nico Cotton?

(Hernán Ortiz) La excelencia (risas). Fuera de chiste, es realmente asombroso el nivel de profesionalismo y creatividad que maneja Nico. A Algo la hicimos en tres jornadas. Todas súper tranquilas, nada de mil horas. Nahuel llevo un demo que estaba muy cerca a nivel tímbrico, pero a partir de la primera sesión, ya nos fuimos con el beat sonando nivel “Cielo”. La verdad es que fue hermoso que la dinámica se armara de una forma tan armónica.

Nuevo orden

Más allá de lo estrictamente musical, Algo trae consigo una nueva realidad para Hipnótica en lo que refiere a cuestiones editoriales. Empoderados por su propio arte, Barbero y Ortiz firmaron un nuevo vínculo y generaron las condiciones para un salto de escala.

 ¿Sentirán que Hipnótica necesitaba de ese respaldo – base para dar el golpe definitivo?

“Totalmente. En principio, por el momento artístico nos sentimos muy orgullosos de lo que estamos pudiendo lograr con la propuesta, no solo a nivel musical, sino también por el video, la presentación, la acción de marketing, lo que sea”, analiza Barbero. 

“Y por otro lado, siento que a nivel industria todas las bandas amigas, con las que compartimos escena y cartel, han ido subiendo la vara. Ese grado de profesionalismo es cada vez mayor, lo que te obliga, en el buen sentido, a tener mejores recursos para competir”, complementa. 

-En la industria de la música, la pandemia alteró planes, limó presupuestos, generó otras oportunidades. ¿Cómo les pegó a ustedes?

-(Hernán Ortiz) Sinceramente, fue una cosa muy positiva para el proyecto. De nuevo, salvando distancias con lo horrible que han sido estos meses, los decesos y cantidad de enfermos, para Hipnótica fue fundamental el parate. Veníamos en una inercia que no estábamos controlando, y para poder dirigir es súper importante estar en control. Pudimos armar un plan de acción, reacomodar el equipo de trabajo para encarar lo que viene.

Entre los réditos cortoplacistas que Hipnótica sacó de su nueva realidad, o de su nuevo vínculo con un sector de la industria, se destaca un taller de composición para estrellas pop de alcance global.  

Vía  Zoom, tal como lo requiere el momento pandémico. 

-¿Me rearman esa experiencia? ¿Cómo nace esa propuesta y qué tan hermético es Hipnótica para no dejar filtrar habilidades que surjan a partir de ella?

-(Nahuel Barbero) La propuesta nace de la gente de Warner Chappell Argentina. Hace unos meses ya pasamos a formar parte de la compañía, y es algo muy habitual que se organicen Song Camps para realizar cruces entre diversos artistas, para distintos fines específicos. Siempre son presenciales, pero por la pandemia, éste se realizó de modo online. La verdad es que fue una experiencia surrealista. Nos dimos cuenta de que no nos cuesta en absoluto cambiar la piel y jugar a ser otros por un rato. 

-¿Para quién trabajaron, específicamente?

-(Hernán Ortiz) En este caso fueron sesiones para Greeicy, Enrique Iglesias y Shakira. Sinceramente fue muy divertido, además de un gran aprendizaje. El día de Enrique, compusimos tres reggeatones bomba junto a dos colombianos (Sherman & Fine) y un mexicano (Omar Yubeli) que ojalá alguien grabe porque son muy lindas canciones. A nosotros nos da la posibilidad de probarnos en otros terrenos, con nuevos lenguajes. Siempre es enriquecedor.

-Vayamos más allá del simple y de los nuevos acuerdos: ¿Evaluaron la posibilidad de un streaming?

-(Nahuel Barbero) La verdad es que no nos gusta en absoluto, pero con música nueva en la calle, y más por venir, no va a quedar otra que ir adaptándose a la idea. Entendemos que es una manera, y hemos visto que se han generado buenas experiencias. Será un desafío lograr captar todas esas energías con una cámara. Daremos lo mejor de nosotros. Pensamos que podría ser para fin de año, ya con dos singles afuera.

-En el clip los noté más desenvueltos corporalmente, insinuando pasos, gestos coreográficos. ¿Se van a liberar de su condición de instrumentistas para darle lugar a la de performers?

-(Hernán Ortiz) Es la idea, en la medida en la que sea posible; y en la que nuestras performances rindan fuera de los instrumentos. Es algo nuevo para nosotros y entendemos la importancia que tiene el hecho de interpretar las canciones en vivo, no solo tocarlas. Por ende, todavía estamos definiendo ese camino. No creo que nos alejemos del todo de los instrumentos porque las canciones también nos requieren en ese rol, pero definitivamente esta en los planes priorizar la interpretación, lo que sea mejor para contar la historia.

El clip.

Algo se estrenó con un clip preciosista de Iván Pierotti, el videasta cordobés que se escuda en el alter ego Elefante Diamante. Fue realizado en provincia de Buenos Aires, antes de que comenzará la pandemia. La portada del simple, en tanto, fue realizada por Mila Fiuza en complementariedad con Elefante Diamante.

 

 

 

 

 

 

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Babero y Ortiz, mutan con tranquilidad. (Gentileza Mateo Lona, Guada Varela Mema e Isu Medina)