Pekeño 77, el trapero uruguayo que pisa fuerte: Los contactos no vienen solos, uno los va haciendo
El 4 de septiembre el trapero uruguayo Pekeño 77 estrenó Rangos II, una relectura de una canción original suya que incluye las participaciones de una selección de referentes argentinos: Cazzu, Neo Pistea, Bhavi, C.R.O y Homer El Mero Mero. Y como si eso no fuera suficiente, también agrega la bendición en forma de música de ni más ni menos que Rubén Rada.
Ese mix generacional y estilístico confirma algo que viene comentándose por lo bajo desde hace tiempo: Facundo Cedrés, “el Peke”, tiene todo para ser la próxima cara de la explosión de la música urbana en el Río de la Plata.
Que el video –una poderosa realización audiovisual que personifica a los artistas con máscaras gigantes- ya haya superado las 6 millones de visualizaciones en poco más de dos semanas impulsa aún más esa presunción. Pero, en definitiva, todo tiene que ver con el carisma y la personalidad musical de Cedrés, que se mueve como pez en el agua entre “picantes” y deja en claro que su estilo viene sello propio.
El histrionismo, la irreverencia y la capacidad a la hora de “pintar su aldea” de Pekeño 77 se despliega con creces en su álbum debut, Sin prontuario, un trabajo que resume y expande aún más el universo de un artista que prefiere decir con la música y no regala palabras al viento.
“Para mí representa una etapa cerrada y apertura a nuevas posibilidades, a hacer nuevas cosas. Sintetiza lo que venía haciendo y también es un quiebre con lo anterior. Se comprime todo eso ahí en el disco y después se pasa a otra etapa. O capaz que no, vamos a ver”, explica sobre su álbum debut.
“Significa mucho y les agradezco de corazón a todos, por tenerme en cuenta y por haber apostado a un proyecto que yo les presenté”, añade sobre las colaboraciones de lujo que se sumaron a Rangos II.
Alcanza ver algunas entrevistas en YouTube para entender que Pekeño 77 no da demasiadas vueltas ni elige vestir con adjetivos su forma de entender la música y cada nuevo paso que da en una industria musical acostumbrada a la llamada “venta de humo”.
“La pandemia afectó un poco, bastante, pero yo pienso que hay que ver el lado positivo de todo lo que pasa. Pudimos hacer otras cosas. Sin la pandemia estaríamos enfocados en los shows principalmente”, comenta sobre el actual contexto, que le imposibilitó -entre otras cosas- presentar su disco oficialmente o girar por México y Estados Unidos.
Desde abajo
Habiendo crecido en un sector humilde a las afueras de Montevideo, el trapero desarrolló un temprano amor por el hip hop (desde los 7 años, según cuenta) gracias a la única computadora que había en el barrio.
Con el tiempo la música se fue convirtiendo en algo cada vez más importante, y en una posibilidad para crecer en todo sentido. Así, “sin prontuario”, Pekeño 77 se abrió paso a fuerza de temple e inversión sostenida (y autogestionada) en sucesivos temas y videos que le hicieron ganar reconocimiento entre los cultores del trap y el rap.
Hoy, en plena explosión de una carrera que parece no encontrar techo cercano (al menos por ahora), Facundo, “el Peke”, puede darse el lujo de apostar creativamente por ideas de alto vuelo. Por ejemplo, adaptar la estructura de la murga uruguaya para organizar sus shows en bloques (“me canso rápido”, explica). O pensar videoclips como si fueran películas de cuatro minutos.
“La verdad todavía no me cayó bien la ficha, pero poco a poco lo voy asimilando”, acota sobre lo que implica el hecho de que Rangos II haya estado entre los videos más vistos en el mundo entero durante unos días. “Estoy tratando de mejorar en mi trabajo, hacer todo mejor. Ya que se sumó la gente, ahora me falta sumar a mí”, sintetiza.
-En tus comienzos trabajaste de muchas cosas para poder financiar tus temas y videos. ¿Qué significa para vos hoy poder enfocarte al 100% en tu música?
-Estoy cumpliendo un sueño. Lo estoy cumpliendo, lo estoy recorriendo y lo estoy soñando, porque es un proceso. No es algo a lo que se llega y ya está. Entonces vamos a decir que sigo soñando.
-¿Qué le dirías a un pibe que quiere hacer su música y que quizás no tiene ni los contactos ni las herramientas para empezar a trabajar?
-Yo le diría que se ponga pillo y que empiece a buscar por dónde puede agarrar antena. Los contactos no vienen solos, uno los va haciendo en el camino. Es complicado, pero si uno trabaja por lo que quiere, se llega.