A 30 años del lanzamiento de “Canción animal”, el disco consagratorio de Soda Stereo

El 7 de agosto de 1990, un día como hoy pero exactamente 30 años atrás, Soda Stereo volvía a entrar en la historia con otro hito en el marco de una carrera como ninguna otra dentro del imaginario del rock argentino.

A esa altura, el trío formado por Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti era la banda más grande de Latinoamérica. Sus cuatro primeros discos habían sido sucesivas muestra de una evolución artística permanente, que inició con un sonido pop vinculado al destape de la vuelta de la democracia y derivó en un estilo cada vez más propio, el cual tenía -hasta ese entonces- a Doble vida (de 1988) como cumbre.

Aquel disco, producido junto al puertorriqueño Carlos Alomar, sentó las bases de lo que dos años después representaría una apertura definitiva hacia un sonido más rockero, además de un nuevo salto de popularidad en la trayectoria del proyecto.

Canción animal mostró a Soda Stereo en una versión más guitarrera, directa y cruda, con Cerati exhibiendo cada vez más su versatilidad como instrumentista y compositor, y Bosio y Alberti aportando su toque distintivo a un sonido cada vez más orgánico, que bebía de las fuentes del rock argentino de décadas anteriores. “Tensión e integridad” fueron los motivos trabajados por Soda en este disco.

De esta placa se desprendieron algunos de los mayores éxitos del grupo, con De música ligera como gran ejemplo. Pero la recordada canción que pasó a cerrar los conciertos del grupo no fue la única. Una detrás de otra, (En) el séptimo día, Un millón de años luz, Canción animal, Sueles dejarme solo, Hombre al agua, Té para 3, Cae el sol o Entre caníbales se convirtieron -en mayor o menor medida- en verdaderos clásicos de la canción argentina.

En el álbum participaron, además del trío, Tweety González en teclados, Andrea Álvarez en percusión y coros, Pedro Aznar en coros y arreglos vocales y Daniel Melero en teclados y “aporte conceptual” (Melero coescribió las letras de Canción animal y Hombre al agua junto a Cerati). La icónica tapa, con dos leones copulando, fue obra de Cerati y Bosio a partir de un boceto inicial de Alfredo Lois, que se encargó de las fotografías internas y la dirección de arte.

El disco vendió más de 500 mil copias en Argentina y propició la mayor gira nacional en la historia de la banda, que culminó en 1991 con un recital gratuito en la avenida 9 de julio de la ciudad de Buenos Aires. La asistencia de ese show –según distintas fuentes- se calcula en una cifra que varía entre las 250 mil y las 400 mil personas.

En Spotify

De música ligera es, como podría imaginarse, la canción con más reproducciones en el perfil de Spotify de Soda Stereo, con más de 166 millones de plays. En tanto, Un millón de años luz, Entre caníbales, Sueles dejarme solo y Canción animal registran más de 60 millones de escuchas.

A nivel geográfico, México D.F. es la ciudad donde más veces se ha reproducido el álbum, con Santiago de Chile y Buenos Aires como capitales escoltas.

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Alberti, Cerati y Bosio durante la época de “Canción animal” (Twitter).