Entre Leonard Cohen en clave cuarteto y el freestyle poético: el dúo Sarmiento y Salinas

Claudio Sarmiento y Carlos Salinas son dos artistas de Córdoba surgidos de diferentes mundos: el primero más ligado al folklore y a la composición de canciones, mientras que el segundo es comunicador social, poeta y más curtido musicalmente dentro del rock alternativo.

A pesar de esas diferencias, al conocerse hace unos años notaron que tenían muchos puntos en común, como su comprometida mirada social, el cine y los cómics. En 2015 formaron un dúo musical al que llamaron simplemente con sus apellidos, Sarmiento & Salinas. Y después de militar la escena cultural cordobesa desde distintos frentes, hace unos meses publicaron su disco debut, La canción insurgente

Se trata de 12 canciones en las que se entreveran el cuarteto, el rock y el folklore, con la poesía en sus diferentes variantes (hasta en forma de freestyle) y las historias de esa Córdoba subterránea y luchadora que suele agitarse en las calles, en marchas y en barrios populares.

“El proceso de grabación fue un largo camino de más de un año que estuvo sazonado de momentos inolvidables y otros desopilantes, como cuando nos robaron la batería del R12 o como cuando pinchamos rueda y tuvimos, con la ayuda de extraños, que levantar el auto para poner el auxilio porque el gato no servía”, introduce Salinas, quien tiene publicados varios libros de poesía y por estos días trabaja además en una especie de libro sonoro titulado Encuarentenado. “No es un libro tradicional al amparo de este contexto y decidí encararlo desde lo colectivo”, adelanta.

Se sabe que la grabación de un disco para los artistas que la pelean todos los días es una gran apuesta. Salinas: “Implica mucho trabajo y constancia. Hay días en que las cosas salen como por un tubo y otros en que se complican, se enturbian y todo se tambalea, pero contamos con un gran grupo humano que nos ayudó, nos contuvo y nos hizo sentir que podíamos volver algo concreto todos nuestros delirios”, explica.

–El disco arranca con un cuarteto, “Los fantasmas”, que es un tema que tiene un fuerte contenido, con una letra casi escupida con bronca. ¿Están en contacto con el mundo cuartetero? ¿Creen que al género en general le están faltando letras más profundas?

–(Sarmiento): Los fantasmas lo escribí cuando íbamos a tocar por primera vez con los Doctos, en el escenario de la marcha del 24 de marzo. Es una declaración de principios, abrazando lo que cultural y genuinamente es nuestro, el cuarteto, y mostrándole especialmente al esnobismo musical que lo corre por izquierda y por derecha que no hay límites en los géneros. Estoy en contacto con algunas personas del cuarteto, hice algunas canciones para grupos, pero nada muy exitoso (risas). De todos modos, no me sale hacer lo que vienen haciendo algunas bandas y eso es lo que más te piden. Y es que, si bien algo me gusta, como lo que escriben Bainotti, los Ninci, el Manu Funes o el Sergio Sosa (y con algunos nos conocemos bastante), para mí el cuarteto es otra cosa. O, más bien, va camino a ser otra cosa. Una vez un crítico me quiso retar como a un chico porque las remeras que nos hicimos para tocar el 24 decían: “Orgullosamente caído en la educación pública” (la de Salinas) y la mía: “El cuarteto es la verdadera Revolución de la Alegría”. Al tipo no le gustó que pusiera las palabras cuarteto y revolución una al lado de la otra porque, según él, muchos intérpretes eran funcionales al poder de turno. Lo que más le jodió, supongo, es que le dijera que el género será lo que hagamos de él, y que le preguntara si acaso había escuchado nuestro tema. No me respondió. 

–También en ese registro hicieron la versión de un clasicazo de Leonard Cohen. ¿Cómo fue el laburo de adaptación de la letra y del espíritu del tema? Con el video que sacaron hace poco, terminó siendo hasta premonitorio para el momento que estamos viviendo.

–(Sarmiento): Siempre me gustó Cohen por Hallelujah, incluso antes de saber quién era el tipo. Después conocí mucho más de él y encontré cosas que me parecieron aún mejores. Ahora me entero de que hay varios covers en español de ese tema, aunque a mí me gusta más el nuestro. Creo que la diferencia está en que este nos atraviesa íntegramente. Ya conocía la canción, pero, cuando escuché la versión de Sigrid (al principio de los créditos de La liga de la Justicia, dice Joss Whedon que poner ese tema fue idea de él, aunque tengo mis dudas), el piano de acompañamiento me hacía pensar en una cadencia casi cuartetera, aunque sin el swing cordobés, más vale. Eso me llevó a pensar que hacerle una traducción sería bueno, pero adaptarla a nuestra realidad y modo de expresarnos con el dúo sería aún mejor. Así fue que el beat del tema se hizo cuartetero, y la letra no se iba a quedar atrás. Después me enteré de que Cohen hizo algo parecido con Take this waltz usando un poema de García Lorca, y la coincidencia fue más que emocionante. 

–(Salinas): El video siguió la línea apocalíptica que habíamos plasmado en la canción y, desafortunadamente, coincidió con todo esto que está sucediendo. Como estamos confinados, se planteó sacar un clip con la técnica speedpaint y corrió por cuenta de Laky artes y de Marcos Luc, productor del disco. La idea en cuanto al clip fue que cada dibujo fuera una especie de arcano del tarot acompañando la letra, y el centro lo ocupa este maldito virus.

Carlos Salinas y Claudio Sarmiento publicaron “La canción insurgente”. (Prensa Sarmiento Salinas)