Córdoba, al borde de las mil camas críticas ocupadas
Córdoba está a las puertas de alcanzar los mil pacientes internados por Covid-19. A mediados de marzo, la cantidad de personas hospitalizadas con este diagnóstico promediaba las 500. Un mes después la cifra prácticamente se duplicó.
El número de personas en unidades de terapia intensiva y camas con oxígeno creció en las últimas semanas. No obstante, la última foto muestra que este indicador no aumentó a las velocidades que lo hacen los casos diarios.
Como referencia sirve tomar octubre pasado. El 21 de ese mes, la provincia alcanzó su registro más alto de contagios según el reporte diario oficial. Ese día se contabilizaron 2.480 casos en un día y según el mismo informe había 1.378 personas internadas en unidades Covid. Días más tarde alcanzó su pico con más de 1.700 internados.
La primera vez que el sistema sanitario provincial perforó el techo de los mil internados fue a mediados de septiembre. Para esa fecha el promedio de contagios diarios era de 650 casos aproximadamente. Desde hace una semana los casos positivos diarios no bajan de mil.
El aceleramiento de las curvas
Una foto
“La curva epidemiológica muestra un aumento de casos. Hay un claro aceleramiento. Sabemos cómo venimos, pero no sabemos hacia dónde nos dirigimos. Estamos con más casos si tomamos octubre de 2020”, apunta el director del Hospital Rawson Miguel Díaz, quien agrega que no se puede decir que ahora estemos atravesando un nuevo pico porque solamente se lo puede analizar una vez que ya pasó.
Las estadísticas del último mes señalan que la cantidad de camas críticas pasó de 479 a 973 en 31 días. Desde enero hasta el 15 de marzo había 476 pacientes en promedio internados diariamente en las salas Covid.
Para Ricardo Pieckenstainer, director médico del Hospital Privado, la fotografía que arrojan hoy las estadísticas marcan que la relación entre casos diarios y cantidad de internados ha bajado en comparación con los momentos más angustiosos del 2020. No obstante, aclara que no hay que relajarse en los cuidados para que no se sature el sistema.
“Si se mira la curva de contagios de octubre, para esa fecha teníamos mucho más internados de los que tenemos en marzo-abril. Proporcionalmente la relación es menor ahora. Pasamos el pico de los dos mil casos diarios y subió la tasa de internación, pero no a los niveles del 2020. Esto tampoco significa que siga así”, advierte el profesional.
No obstante, arroja una interpretación de esta situación. Apunta que este descenso puede atribuirse a la vacunación y también a las diferentes terapias que ayudan a evitar cuadros críticos.
Estrategia
El año pasado el Ministerio de Salud provincial fue aplicando un plan escalonado sobre la estructura sanitaria a medida que avanzaba el virus. A partir del 60 por ciento de ocupación de camas críticas para pacientes Covid, el sistema se integró como un todo y se reportaron tanto pacientes con coronavirus como aquellos internados en Unidades de Terapia Intensiva (UTI) por patologías prevalentes.
Esta semana el sistema de salud provincial alcanzó las 3.753 camas: 1.206 UTI y 2.547 equipadas con oxígeno. En octubre pasado cuando activó este operativo se contaba con 2.903 plazas.
“Ya está previsto que para el sector público siga siendo el Rawson el hospital de referencia, le sigue el San Roque y luego el Hospital Modular. Ya se activó la secuencia y actualmente tenemos pacientes en estos tres centros, aunque todavía no se han ocupado ninguna de las más de 20 camas UTI que tiene este último centro de salud”, señaló Díaz.
Otros cambios
Pieckenstainer señaló que notó otros cambios en esta segunda ola comparada con el pico del año pasado. No obstante, aclaró que se trata de una imagen parcial, que solo incluye a los internados en el Privado.
“Las primeras impresiones que tenemos es que ha bajado un 30 por ciento la estadía de días en la internación que tenemos en el hospital, también disminuyó el promedio de edad de los internados, casi 10 años -de 62 a 53- y cayó la mortalidad”, señaló el director del centro de salud privado.
En el ámbito público, Díaz no dio cuenta de esos cambios y de hecho indicó que entre los internados del Rawson aumentó el promedio de edad que pasó de 53 años a 57. Una explicación que encuentra es que en el ámbito público se atienden las personas sin cobertura social.