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La Municipalidad de Carlos Paz retiró los asadores de Playas de Oro y desató una discusión entre los vecinos

El balneario Playas de Oro, uno de los más populares de Villa Carlos Paz, amaneció sin sus tradicionales asadores, mesas y sillas, luego de un operativo de la Municipalidad que encendió la polémica entre vecinos, comerciantes y vendedores ambulantes.

Según relataron quienes trabajan en la zona, el retiro de las estructuras se hizo de madrugada y sin aviso previo.

“A las cinco de la mañana llegaron y voltearon todos los asadores”, contó uno de los vendedores, que aseguró que la medida afecta de lleno su ingreso en la previa del verano.

El argumento oficial: “un espacio más familiar”

Desde la Coordinación de Participación Vecinal, Martín Solís explicó que la intervención forma parte del Programa Integral de Valorización de la Costa del Río, que ya se viene aplicando desde Parque Estancia La Quinta hasta la zona del balneario El Fantasio.

El funcionario señaló que la decisión respondió a pedidos de “vecinos de la ciudad, vecinos del barrio y comerciantes” para reordenar el sector y transformarlo en “un espacio recreativo con actividades deportivas, más familiar, donde puedan disfrutar tanto residentes como turistas”.

En esa línea, desde el Municipio remarcan que el objetivo es mejorar la seguridad, reducir conflictos vinculados a ruidos molestos y peleas, y ordenar el entorno ambiental de cara a la temporada.

“Fin de una tradición” y temor por el trabajo

Del lado contrario, vendedores ambulantes y algunos frentistas sostienen que sacar los asadores implica romper una costumbre histórica del balneario y golpear la economía de quienes viven de la venta en la zona.

“Desde los 9 años dejé toda la vida vendiendo acá. Estamos perdiendo la fuente de trabajo. ¿Qué hacemos ahora en todo el verano?”, se preguntó un comerciante.

Marcelo Iriarte, excandidato a Defensor del Pueblo y referente de los vendedores ambulantes, fue categórico: “Se cortó el problema de raíz y tiraron todos los asadores, dejando a la deriva al balneario más popular de Carlos Paz”.

Entre la puesta en valor y la identidad del balneario

Mientras el Municipio insiste en que la intervención busca “limpieza, orden y un perfil más familiar”, parte de la comunidad advierte que el cambio puede modificar la esencia de Playas de Oro, históricamente asociado a los asados a la vera del río y a las reuniones de grandes grupos.

En ese cruce de miradas se juega el futuro inmediato del balneario: para unos, la medida es una puesta en valor necesaria para ordenar el uso del espacio público; para otros, el comienzo del final de un ritual veraniego que marcó durante décadas la vida social de Villa Carlos Paz.

​El balneario Playas de Oro, uno de los más populares de Villa Carlos Paz, amaneció sin sus tradicionales asadores, mesas y sillas, luego de un operativo de la Municipalidad que encendió la polémica entre vecinos, comerciantes y vendedores ambulantes.Según relataron quienes trabajan en la zona, el retiro de las estructuras se hizo de madrugada y sin aviso previo. “A las cinco de la mañana llegaron y voltearon todos los asadores”, contó uno de los vendedores, que aseguró que la medida afecta de lleno su ingreso en la previa del verano.El argumento oficial: “un espacio más familiar”Desde la Coordinación de Participación Vecinal, Martín Solís explicó que la intervención forma parte del Programa Integral de Valorización de la Costa del Río, que ya se viene aplicando desde Parque Estancia La Quinta hasta la zona del balneario El Fantasio.El funcionario señaló que la decisión respondió a pedidos de “vecinos de la ciudad, vecinos del barrio y comerciantes” para reordenar el sector y transformarlo en “un espacio recreativo con actividades deportivas, más familiar, donde puedan disfrutar tanto residentes como turistas”.En esa línea, desde el Municipio remarcan que el objetivo es mejorar la seguridad, reducir conflictos vinculados a ruidos molestos y peleas, y ordenar el entorno ambiental de cara a la temporada.“Fin de una tradición” y temor por el trabajoDel lado contrario, vendedores ambulantes y algunos frentistas sostienen que sacar los asadores implica romper una costumbre histórica del balneario y golpear la economía de quienes viven de la venta en la zona.“Desde los 9 años dejé toda la vida vendiendo acá. Estamos perdiendo la fuente de trabajo. ¿Qué hacemos ahora en todo el verano?”, se preguntó un comerciante.Marcelo Iriarte, excandidato a Defensor del Pueblo y referente de los vendedores ambulantes, fue categórico: “Se cortó el problema de raíz y tiraron todos los asadores, dejando a la deriva al balneario más popular de Carlos Paz”.Entre la puesta en valor y la identidad del balnearioMientras el Municipio insiste en que la intervención busca “limpieza, orden y un perfil más familiar”, parte de la comunidad advierte que el cambio puede modificar la esencia de Playas de Oro, históricamente asociado a los asados a la vera del río y a las reuniones de grandes grupos.En ese cruce de miradas se juega el futuro inmediato del balneario: para unos, la medida es una puesta en valor necesaria para ordenar el uso del espacio público; para otros, el comienzo del final de un ritual veraniego que marcó durante décadas la vida social de Villa Carlos Paz.  La Voz

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