El cabo acusado de sacar fotos en el baño de Jefatura ya tenía graves sanciones previas
Continúa agravándose la situación del cabo Germán Eduardo Peralta (43), sospechado de obtener fotos y videos sin consentimiento de sus compañeras, en el baño de mujeres del primer subsuelo de la Jefatura de Policía, en avenida Colón al 1254, zona céntrica de la ciudad de Córdoba.
Este miércoles se supo que había sido desplazado de la fuerza en el año 2021, pero un mes más tarde retornó con una sanción leve.
El fiscal que encabeza la investigación, Franco Pilnik, lo imputó el pasado martes por los presuntos delitos de violación de domicilio reiterada y lesiones graves, agravadas por mediar violencia de género.
Luego de eso lo envió a la cárcel de Bouwer.
La causa que instruye Pilnik ya cuenta con cuatro denuncias penales de las propias compañeras de Peralta, tres de ellas representadas por el abogado Carlos Nayi.
Todas manifiestan haber sido víctimas de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante, violación de domicilio y lesiones psíquicas derivadas del shock postraumático.
Y ahora la foja de servicio del cabo quedó bajo la lupa, incluída la resolución por la cual llegó al área de Sanidad Policial, en el corazón de la Jefatura, a metros del baño donde habría actuado contra sus compañeras mujeres, y después de haber sido expulsado de la Policía.
Según informaron desde el Ministerio de Seguridad, el cabo habría protagonizado en el pasado reciente un sinnúmero de incidencias, que incluso podrían tener un impacto en la investigación penal.
Robo y abandono de servicio: los antecedentes internos de Peralta
Altas fuentes del Ministerio de Seguridad detallaron en diálogo con este medio que Peralta habría protagonizado su primera falta grave en el año 2016.
En su legajo, se registra que tras ocho años en la fuerza (ingresó en diciembre del 2008), el cabo sufrió una severa sanción, aparentemente por haberse visto involucrado en un hecho del que no hay suficientes registros.
Todo ocurrió el 31 de diciembre de 2016, cuando Peralta fue puesto en situación pasiva por “robo”, según informaron fuentes policiales. Por este motivo pagó 30 días de suspensión.
Este medio no pudo obtener más información sobre el presunto robo en el que habría estado involucrado el cabo.
Luego, en el año 2021 llegaría lo más sorprendente.
A finales de ese año, el cabo habría sufrido un accidente in itinere, es decir, cuando viajaba de su domicilio al trabajo. Pero el 24 de noviembre se debía reincorporar al trabajo, orden que no respetó, de acuerdo a la información provista por la Policía.
Por esta falta grave, Peralta fue dado de baja por cesantía. Dicho de otro modo, fue desplazado de la fuerza y dejó de contar con el estado policial.
Estas decisiones, coinciden entre los actuales miembros de la Plana Mayor policial, se toman cuando los argumentos sobran. Son decisiones extremas, explican, que asumen frente a situaciones que parecen irreparables.
El regreso del cabo Peralta a la Policía
Luego de la extrema sanción en su contra, el cabo tomó la decisión de apelar.
Lo hizo casi de inmediato a la orden que lo había excluido de la fuerza y, en beneficio suyo, a menos de un mes de cumplida la expulsión, el 17 de diciembre de 2021, las autoridades policiales de aquel entonces lo restituyeron, según informan en la Policía.
En rigor, le pusieron una pasiva de 40 días y lo reasignaron. Ahora el cabo salió de las calles y fue a parar al área de Sanidad Policial, en el primer subsuelo de la Central, donde en agosto una oficial que se encontraba en uno de los baños femeninos vio una mano, a través de un hueco, con un celular.
Ese mismo día la uniformada puso en alerta a sus jefes. Pero esta vez, nadie tuvo contemplaciones y le solicitaron que realice la denuncia en la Unidad Judicial del Polo de la Mujer.
Allí comenzó una investigación interna para saber quién había sido el responsable de introducir un teléfono móvil por una hendija que estaba disimulada con goma espuma entre los sanitarios.
“Anteriormente, una llamada solucionaba este tipo de cuestiones, muy a pesar nuestro. Ahora los jefes dieron un respaldo y se actuó con inmediatez”, aseguró una fuente allegada a las presuntas víctimas que dijo conocer el movimiento interno de ese subsuelo.
La pista que tumbó al cabo Peralta en el baño de Jefatura
Cuando la primera oficial se sorprendió ante la existencia de ese celular asomando entre los inodoros del baño, nadie sabía todavía quién podría haber sido el responsable.
En paralelo a la denuncia en la unidad judicial, fuentes de la investigación aseguran que los jefes policiales entrevistaron a la uniformada. Luego de esa reunión, dos altos mandos policiales citaron al cabo Peralta.
Los pesquisas habían observado unas huellas de borcegos masculinos en el baño contiguo al de mujeres que podrían haber coincidido con las características de peralta. Con esa información, y siempre según fuentes del caso, le explicaron al cabo la situación.
Peralta, dicen, se vio acorralado. “Están tus huellas en el piso del baño”, le habrían afirmado.
El hombre no vio vías de escapatoria. Horas más tarde tuvo que entregar su celular ante el requerimiento de los investigadores judiciales, una vez que la mujer policía ya había registrado su denuncia, y tiempo después se corroboraría que en ese equipo había fotos y videos de uniformadas en el baño del subsuelo de Jefatura.
Exoneración de Peralta por las fotos en Jefatura
En el Ministerio de Seguridad se viven horas de zozobra ante los últimos hallazgos. El propio titular, Juan Pablo Quinteros, habría solicitado el acceso a la foja de servicio del cabo Peralta y se encontraría analizando la alternativa de la exoneración definitiva del hombre.
“En esta Policía no hay lugar para este tipo de conductas. De confirmarse estas faltas cometidas en el pasado por el cabo en cuestión, estaríamos ante una situación grave”, dijo Quinteros.
Por el momento, no hay una decisión definitiva en favor de una expulsión definitiva del policía. Pero el hecho de que ya se encuentre detenido en la cárcel de Bouwer, sumado a la verificación de sus antecedentes laborales en la fuerza, podrían decantar en una determinación durante las próximas horas.
Quedan varias incógnitas que por el momento nadie puede responder en la Policía, en parte porque las autoridades que en su momento tramitaron los hechos ya no se encuentran en funciones.
Sin embargo, estas preguntas provocan incomodidad y suspicacias: ¿Cuál fue el robo por el que Peralta fue cesanteado en un primer momento? ¿Qué tipo de participación tuvo el cabo?
Continúa agravándose la situación del cabo Germán Eduardo Peralta (43), sospechado de obtener fotos y videos sin consentimiento de sus compañeras, en el baño de mujeres del primer subsuelo de la Jefatura de Policía, en avenida Colón al 1254, zona céntrica de la ciudad de Córdoba. Este miércoles se supo que había sido desplazado de la fuerza en el año 2021, pero un mes más tarde retornó con una sanción leve.El fiscal que encabeza la investigación, Franco Pilnik, lo imputó el pasado martes por los presuntos delitos de violación de domicilio reiterada y lesiones graves, agravadas por mediar violencia de género. Luego de eso lo envió a la cárcel de Bouwer.La causa que instruye Pilnik ya cuenta con cuatro denuncias penales de las propias compañeras de Peralta, tres de ellas representadas por el abogado Carlos Nayi.Todas manifiestan haber sido víctimas de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante, violación de domicilio y lesiones psíquicas derivadas del shock postraumático.Y ahora la foja de servicio del cabo quedó bajo la lupa, incluída la resolución por la cual llegó al área de Sanidad Policial, en el corazón de la Jefatura, a metros del baño donde habría actuado contra sus compañeras mujeres, y después de haber sido expulsado de la Policía.Según informaron desde el Ministerio de Seguridad, el cabo habría protagonizado en el pasado reciente un sinnúmero de incidencias, que incluso podrían tener un impacto en la investigación penal.Robo y abandono de servicio: los antecedentes internos de PeraltaAltas fuentes del Ministerio de Seguridad detallaron en diálogo con este medio que Peralta habría protagonizado su primera falta grave en el año 2016.En su legajo, se registra que tras ocho años en la fuerza (ingresó en diciembre del 2008), el cabo sufrió una severa sanción, aparentemente por haberse visto involucrado en un hecho del que no hay suficientes registros.Todo ocurrió el 31 de diciembre de 2016, cuando Peralta fue puesto en situación pasiva por “robo”, según informaron fuentes policiales. Por este motivo pagó 30 días de suspensión.Este medio no pudo obtener más información sobre el presunto robo en el que habría estado involucrado el cabo.Luego, en el año 2021 llegaría lo más sorprendente. A finales de ese año, el cabo habría sufrido un accidente in itinere, es decir, cuando viajaba de su domicilio al trabajo. Pero el 24 de noviembre se debía reincorporar al trabajo, orden que no respetó, de acuerdo a la información provista por la Policía.Por esta falta grave, Peralta fue dado de baja por cesantía. Dicho de otro modo, fue desplazado de la fuerza y dejó de contar con el estado policial.Estas decisiones, coinciden entre los actuales miembros de la Plana Mayor policial, se toman cuando los argumentos sobran. Son decisiones extremas, explican, que asumen frente a situaciones que parecen irreparables.El regreso del cabo Peralta a la PolicíaLuego de la extrema sanción en su contra, el cabo tomó la decisión de apelar.Lo hizo casi de inmediato a la orden que lo había excluido de la fuerza y, en beneficio suyo, a menos de un mes de cumplida la expulsión, el 17 de diciembre de 2021, las autoridades policiales de aquel entonces lo restituyeron, según informan en la Policía.En rigor, le pusieron una pasiva de 40 días y lo reasignaron. Ahora el cabo salió de las calles y fue a parar al área de Sanidad Policial, en el primer subsuelo de la Central, donde en agosto una oficial que se encontraba en uno de los baños femeninos vio una mano, a través de un hueco, con un celular.Ese mismo día la uniformada puso en alerta a sus jefes. Pero esta vez, nadie tuvo contemplaciones y le solicitaron que realice la denuncia en la Unidad Judicial del Polo de la Mujer.Allí comenzó una investigación interna para saber quién había sido el responsable de introducir un teléfono móvil por una hendija que estaba disimulada con goma espuma entre los sanitarios.“Anteriormente, una llamada solucionaba este tipo de cuestiones, muy a pesar nuestro. Ahora los jefes dieron un respaldo y se actuó con inmediatez”, aseguró una fuente allegada a las presuntas víctimas que dijo conocer el movimiento interno de ese subsuelo.La pista que tumbó al cabo Peralta en el baño de JefaturaCuando la primera oficial se sorprendió ante la existencia de ese celular asomando entre los inodoros del baño, nadie sabía todavía quién podría haber sido el responsable.En paralelo a la denuncia en la unidad judicial, fuentes de la investigación aseguran que los jefes policiales entrevistaron a la uniformada. Luego de esa reunión, dos altos mandos policiales citaron al cabo Peralta.Los pesquisas habían observado unas huellas de borcegos masculinos en el baño contiguo al de mujeres que podrían haber coincidido con las características de peralta. Con esa información, y siempre según fuentes del caso, le explicaron al cabo la situación.Peralta, dicen, se vio acorralado. “Están tus huellas en el piso del baño”, le habrían afirmado.El hombre no vio vías de escapatoria. Horas más tarde tuvo que entregar su celular ante el requerimiento de los investigadores judiciales, una vez que la mujer policía ya había registrado su denuncia, y tiempo después se corroboraría que en ese equipo había fotos y videos de uniformadas en el baño del subsuelo de Jefatura.Exoneración de Peralta por las fotos en JefaturaEn el Ministerio de Seguridad se viven horas de zozobra ante los últimos hallazgos. El propio titular, Juan Pablo Quinteros, habría solicitado el acceso a la foja de servicio del cabo Peralta y se encontraría analizando la alternativa de la exoneración definitiva del hombre.“En esta Policía no hay lugar para este tipo de conductas. De confirmarse estas faltas cometidas en el pasado por el cabo en cuestión, estaríamos ante una situación grave”, dijo Quinteros.Por el momento, no hay una decisión definitiva en favor de una expulsión definitiva del policía. Pero el hecho de que ya se encuentre detenido en la cárcel de Bouwer, sumado a la verificación de sus antecedentes laborales en la fuerza, podrían decantar en una determinación durante las próximas horas.Quedan varias incógnitas que por el momento nadie puede responder en la Policía, en parte porque las autoridades que en su momento tramitaron los hechos ya no se encuentran en funciones.Sin embargo, estas preguntas provocan incomodidad y suspicacias: ¿Cuál fue el robo por el que Peralta fue cesanteado en un primer momento? ¿Qué tipo de participación tuvo el cabo? La Voz
+

