VIRALES

Quiero una boda sin niños, pero el padrino me está poniendo entre la espada y la pared

Planear una boda es un verdadero gesto de cariño que requiere meses de dedicación, entusiasmo y un considerable gasto económico. Los futuros esposos afinan cada aspecto, desde la comida hasta la gente que asistirá, fijando límites precisos para garantizar que su día sea perfecto. No obstante, en ocasiones, justo antes de la fecha, la solicitud de un ser querido pone en riesgo toda la organización.

​Planear una boda es un verdadero gesto de cariño que requiere meses de dedicación, entusiasmo y un considerable gasto económico. Los futuros esposos afinan cada aspecto, desde la comida hasta la gente que asistirá, fijando límites precisos para garantizar que su día sea perfecto. No obstante, en ocasiones, justo antes de la fecha, la solicitud de un ser querido pone en riesgo toda la organización.  Genial RSS

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