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Alianzas electorales en Córdoba: el PJ con nuevo sello, LLA con aliados y la UCR en guerra

A menos de 24 horas del vencimiento del plazo para inscribir alianzas electorales en Córdoba, con la mirada puesta en las elecciones legislativas del próximo 26 de octubre, el panorama político se muestra más confuso que definido. Las certezas son pocas, pero pesan. La principal novedad es que Natalia de la Sota formalizará la coalición Defendamos Córdoba, con la que competirá por fuera del oficialismo provincial. Un movimiento que sacude el tablero peronista local.

Por otro lado, el cordobesismo cambia de sello: tras años con la marca Hacemos por Córdoba, ahora el espacio adoptará el nombre Provincias Unidas, en sintonía con el armado nacional que cinco gobernadores -entre ellos, Martín Llaryora- presentaron la semana pasada.

Otra novedad que empieza a tomar forma es la confirmación, por parte de fuentes libertarias, de que La Libertad Avanza no jugará sola en Córdoba.

Esto implica que la fuerza liderada por Javier Milei no presentará una lista de candidatos “puros”, sino que abrirá lugares para potenciales aliados. Los nombres que circulan en los pasillos políticos incluyen al radical Rodrigo de Loredo y a algunos figuras del PRO.

A su vez, se confirmaron otras dos alianzas de peso: por un lado, el kirchnerismo inscribirá la coalición Fuerza Patria, con el apoyo de partidos que históricamente orbitan en el universo K, y, por el otro, la izquierda también ratificará su tradicional Frente de Izquierda y de los Trabajadores, conformado por el Partido Obrero, la Izquierda Socialista y el Movimiento Socialista de los Trabajadores.

Llaryora y Schiaretti junto Pullaro, Sadir, Torres y Vidal.

Estas, hasta el momento, son las tres grandes certezas en una jornada clave: esta medianoche vence el plazo para inscribir alianzas.

Lo que antes era un simple trámite burocrático hoy concentra atención y expectativa. En otras elecciones, el verdadero interés llegaba con la oficialización de candidaturas, que esta vez será el domingo 17 de agosto. Sin embargo, el contexto actual ha elevado la temperatura política mucho antes.

Interna radical en ebullición

En este clima tenso, el radicalismo cordobés vive su propia tormenta interna. Judicializada y dividida, la UCR se enfrenta a una encrucijada que podría redefinir su futuro inmediato. ¿Se alineará con La Libertad Avanza, como impulsan su presidente, Marcos Ferrer, y su principal referente, Rodrigo de Loredo? Esa es la gran incógnita.

El movimiento es seguido con atención -y cautela- por el resto de las fuerzas políticas, especialmente por el oficialismo provincial, que mide las posibles consecuencias de una alianza entre radicales y libertarios.

Rodrigo de Loredo, en el programa Voz y Voto. (César Heredia / La Voz)

Mientras tanto, en La Libertad Avanza también reina el hermetismo. Karina Milei, secretaria General de la Presidencia y arquitecta del armado nacional del oficialismo libertario, aún no terminó de definir la estrategia cordobesa.

Lo único claro hasta ahora es que la fuerza irá en alianza, lo que mantiene vivas las expectativas de un acuerdo con sectores de la UCR y del PRO que responden al expresidente Mauricio Macri.

Los libertarios están dispuestos a abrir su lista a socios estratégicos. Falta saber cuántos y cuáles serán los casilleros que cederán. Lo cierto es que competirán en coalición, tanto en Córdoba como en Buenos Aires, Capital Federal y otras provincias.

En paralelo, el PRO también atraviesa momentos de tensión. Aunque Macri había intervenido el partido en Córdoba por segunda vez, la Justicia electoral federal falló a favor de Oscar Agost Carreño, actual presidente partidario, quien ya se muestra como integrante del armado de Provincias Unidas, bajo el ala de Llaryora.

Los trascendidos indican que Macri buscaba un gran acuerdo con los radicales de De Loredo y con los libertarios. Pero la interna radical, aún sin resolución, le impide alinear al partido detrás de ese esquema.

No se descarta, sin embargo, que el sector macrista del PRO avance por su cuenta en un pacto con La Libertad Avanza, dejando atrás a sus socios tradicionales.

El PRO está fragmentado, pero conserva algunos bastiones fieles. Los intendentes Sara Majorel (Marcos Juárez), Pablo Cornet (Villa Allende) y Adela Arning (Mendiolaza) aún responden a Macri.

Peronismo, en tres listas

La gran novedad de estas legislativas es que el peronismo cordobés ya no se dividirá en dos, como fue costumbre en los últimos años, sino en tres alianzas de partidos.

El primero es el PJ provincial, que bajo el nuevo sello, Provincias Unidas, se mantendrá como una de las fuerzas con mayor estructura territorial, luego de más de un cuarto de siglo en el poder provincial.

El segundo es el kirchnerismo, que continúa con su despliegue bajo nuevas marcas, pero con la misma raíz ideológica.

Y el tercero, el más reciente, lo encabeza Natalia de la Sota, con su coalición Defendamos Córdoba, un desprendimiento con sabor a desafío al liderazgo oficialista que ejerce el gobernador Martín Llaryora.

La lista de De la Sota estará sustentada por el Frente Grande -con Viqueira como referente local- y por el Partido Laboralista, liderado por el sindicalista Gustavo Rossi, del gremio de los trabajadores de peajes.

Aunque no han trascendido nombres concretos, desde su entorno aseguran que habrá dirigentes peronistas reconocidos, incluso algunos intendentes del interior.

Natalia de la Sota en el programa Voz y Voto.  (Nicolás Bravo / La Voz)

El cordobesismo, por su parte, prepara su presentación junto a una docena de partidos. Aunque el anuncio oficial será el 17 de agosto, todo indica que el exgobernador Juan Schiaretti encabezará la boleta de Provincias Unidas.

Schiaretti seguramente encabezará una lista que incluirá a dirigentes de otros partidos que integran el cordobesismo.

En el universo K, las negociaciones también fueron intensas. Finalmente, lograron un acuerdo con el Frente Patria Grande, liderado a nivel nacional por Juan Grabois.

Aunque amenazó con competir por fuera, su espacio integrará Fuerza Patria, el frente que se referencia en la figura de Cristina Fernández de Kirchner.

Aún resta saber quién encabezará esa lista: si será el diputado Pablo Carro, o Constanza “Coti” San Pedro, referente de Grabois en la provincia.

La decisión no dependerá sólo de Córdoba: los acuerdos entre Cristina y Grabois en otras provincias también influirán en esta definición.

En tanto, este jueves se inscribirá un frente conformado por Encuentro Vecinal, la Coalición Cívica de Elisa Carrió y el partido que lidera Ricardo López Murphy. Es la primera vez que el vecinalismo irá en una alianza.

​A menos de 24 horas del vencimiento del plazo para inscribir alianzas electorales en Córdoba, con la mirada puesta en las elecciones legislativas del próximo 26 de octubre, el panorama político se muestra más confuso que definido. Las certezas son pocas, pero pesan. La principal novedad es que Natalia de la Sota formalizará la coalición Defendamos Córdoba, con la que competirá por fuera del oficialismo provincial. Un movimiento que sacude el tablero peronista local.Por otro lado, el cordobesismo cambia de sello: tras años con la marca Hacemos por Córdoba, ahora el espacio adoptará el nombre Provincias Unidas, en sintonía con el armado nacional que cinco gobernadores -entre ellos, Martín Llaryora- presentaron la semana pasada.Otra novedad que empieza a tomar forma es la confirmación, por parte de fuentes libertarias, de que La Libertad Avanza no jugará sola en Córdoba.Esto implica que la fuerza liderada por Javier Milei no presentará una lista de candidatos “puros”, sino que abrirá lugares para potenciales aliados. Los nombres que circulan en los pasillos políticos incluyen al radical Rodrigo de Loredo y a algunos figuras del PRO.A su vez, se confirmaron otras dos alianzas de peso: por un lado, el kirchnerismo inscribirá la coalición Fuerza Patria, con el apoyo de partidos que históricamente orbitan en el universo K, y, por el otro, la izquierda también ratificará su tradicional Frente de Izquierda y de los Trabajadores, conformado por el Partido Obrero, la Izquierda Socialista y el Movimiento Socialista de los Trabajadores.Estas, hasta el momento, son las tres grandes certezas en una jornada clave: esta medianoche vence el plazo para inscribir alianzas.Lo que antes era un simple trámite burocrático hoy concentra atención y expectativa. En otras elecciones, el verdadero interés llegaba con la oficialización de candidaturas, que esta vez será el domingo 17 de agosto. Sin embargo, el contexto actual ha elevado la temperatura política mucho antes.Interna radical en ebullición En este clima tenso, el radicalismo cordobés vive su propia tormenta interna. Judicializada y dividida, la UCR se enfrenta a una encrucijada que podría redefinir su futuro inmediato. ¿Se alineará con La Libertad Avanza, como impulsan su presidente, Marcos Ferrer, y su principal referente, Rodrigo de Loredo? Esa es la gran incógnita.El movimiento es seguido con atención -y cautela- por el resto de las fuerzas políticas, especialmente por el oficialismo provincial, que mide las posibles consecuencias de una alianza entre radicales y libertarios.Mientras tanto, en La Libertad Avanza también reina el hermetismo. Karina Milei, secretaria General de la Presidencia y arquitecta del armado nacional del oficialismo libertario, aún no terminó de definir la estrategia cordobesa.Lo único claro hasta ahora es que la fuerza irá en alianza, lo que mantiene vivas las expectativas de un acuerdo con sectores de la UCR y del PRO que responden al expresidente Mauricio Macri.Los libertarios están dispuestos a abrir su lista a socios estratégicos. Falta saber cuántos y cuáles serán los casilleros que cederán. Lo cierto es que competirán en coalición, tanto en Córdoba como en Buenos Aires, Capital Federal y otras provincias.En paralelo, el PRO también atraviesa momentos de tensión. Aunque Macri había intervenido el partido en Córdoba por segunda vez, la Justicia electoral federal falló a favor de Oscar Agost Carreño, actual presidente partidario, quien ya se muestra como integrante del armado de Provincias Unidas, bajo el ala de Llaryora.Los trascendidos indican que Macri buscaba un gran acuerdo con los radicales de De Loredo y con los libertarios. Pero la interna radical, aún sin resolución, le impide alinear al partido detrás de ese esquema.No se descarta, sin embargo, que el sector macrista del PRO avance por su cuenta en un pacto con La Libertad Avanza, dejando atrás a sus socios tradicionales.El PRO está fragmentado, pero conserva algunos bastiones fieles. Los intendentes Sara Majorel (Marcos Juárez), Pablo Cornet (Villa Allende) y Adela Arning (Mendiolaza) aún responden a Macri.Peronismo, en tres listasLa gran novedad de estas legislativas es que el peronismo cordobés ya no se dividirá en dos, como fue costumbre en los últimos años, sino en tres alianzas de partidos.El primero es el PJ provincial, que bajo el nuevo sello, Provincias Unidas, se mantendrá como una de las fuerzas con mayor estructura territorial, luego de más de un cuarto de siglo en el poder provincial.El segundo es el kirchnerismo, que continúa con su despliegue bajo nuevas marcas, pero con la misma raíz ideológica.Y el tercero, el más reciente, lo encabeza Natalia de la Sota, con su coalición Defendamos Córdoba, un desprendimiento con sabor a desafío al liderazgo oficialista que ejerce el gobernador Martín Llaryora.La lista de De la Sota estará sustentada por el Frente Grande -con Viqueira como referente local- y por el Partido Laboralista, liderado por el sindicalista Gustavo Rossi, del gremio de los trabajadores de peajes.Aunque no han trascendido nombres concretos, desde su entorno aseguran que habrá dirigentes peronistas reconocidos, incluso algunos intendentes del interior.El cordobesismo, por su parte, prepara su presentación junto a una docena de partidos. Aunque el anuncio oficial será el 17 de agosto, todo indica que el exgobernador Juan Schiaretti encabezará la boleta de Provincias Unidas.Schiaretti seguramente encabezará una lista que incluirá a dirigentes de otros partidos que integran el cordobesismo.En el universo K, las negociaciones también fueron intensas. Finalmente, lograron un acuerdo con el Frente Patria Grande, liderado a nivel nacional por Juan Grabois.Aunque amenazó con competir por fuera, su espacio integrará Fuerza Patria, el frente que se referencia en la figura de Cristina Fernández de Kirchner.Aún resta saber quién encabezará esa lista: si será el diputado Pablo Carro, o Constanza “Coti” San Pedro, referente de Grabois en la provincia.La decisión no dependerá sólo de Córdoba: los acuerdos entre Cristina y Grabois en otras provincias también influirán en esta definición.En tanto, este jueves se inscribirá un frente conformado por Encuentro Vecinal, la Coalición Cívica de Elisa Carrió y el partido que lidera Ricardo López Murphy. Es la primera vez que el vecinalismo irá en una alianza.  La Voz

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