Benjamín Vicuña y Julieta Díaz, sobre Corazón delator: Es un melodrama que va a fondo

Él es un empresario de la construcción con aires de dandy y bon vivant de clase alta. Ella, una madre que la lucha en una barriada amenazada por topadoras para la construcción de un nuevo polo arquitectónico y de entretenimiento. En el medio, sus vidas se cruzarán a partir de un accidente, un transplante de corazón y un destino que parecía escrito de antemano.

Esos son básicamente los ingredientes de Corazón delator, la nueva película del director Marcos Carnevale que aterrizó desde este viernes 30 de mayo en Netflix.

Como todas las producciones del realizador cordobés, la intención claramente es que sea una película de alto impacto en términos de visualizaciones. Un filme fácil de ver para el gran público, con destino de podio en los rankings de lo más visto en la plataforma.

Claro, el otro elemento clave será seguramente el protagónico de dos figuras estelares como Benjamín Vicuña y Julieta Díaz, en los roles citados al comienzo de esta nota.

Ambos conversaron con La Voz vía Zoom, desde una coqueta oficina en la sede de Netflix en Buenos Aires, y explicaron por qué confían en que Corazón delator tenga una buena trayectoria.

“Es un drama romántico que te emociona, te sacude, te hace pensar, te divierte por momentos, y la verdad es que estoy muy orgulloso de lo que hicimos”, dice sin medias tintas el chileno que interpreta a Juan Manuel.

Ella (elegantísima, con camisa, chaleco y corbata) dice que, como todas las pelis de Carnevale, “va hasta el fondo, en este caso con este drama romántico, con este melodrama, de esos que uno los disfruta muchísimo”.

“Para mí, como actriz, interpretarlo es muy placentero, un desafío que siempre me ha gustado, ir tras esos sentimientos bien a fondo. En este caso, atravesado por una muerte y un reencuentro de otra manera. Es una película intensa”, resume.

–Yo lo vi como un drama romántico y costumbrista. Sus personajes son muy sufridos por distintos motivos, pero a su vez la película no tiene golpes bajos. ¿Tuvieron esa bajada de línea?

–Díaz: Qué lindo que digas eso, está buenísimo y eso es sobre todo mérito del guionista y director que es la misma persona. A mí eso me gusta también. Marcos se la juega, y nosotros lo seguimos, y me gustó que no haya golpes bajos, pero sí hay lugares difíciles. Ya el guion es arriesgado, podría haber mil golpes bajos.

–Vicuña: Está buena la observación del drama costumbrista: hay un choque entre dos mundos, que hace que también ahí nazca el amor de estos personajes. Son fuerzas antagónicas que generan obstáculos y conflictos para que estos personajes se reencuentren y puedan liberarse de su personalidad, de sus prejuicios y animarse a sentir, a conectar y a experimentar el amor con elementos de fantasía.

–¿Qué les gusta del cine de Marcos Carnevale? ¿Cuáles son las películas de él que más les gustan a ustedes?

–Díaz: Corazón de león es mi peli favorita que hice con él. El fútbol o yo también me encanta, pero de él las que más me gustan son Elsa y Fred y Viudas. Lo que me gusta de trabajar con él primero es que es mi amigo, pero es uno de los mejores directores de actores y actrices de Argentina, sin ninguna duda. Y me gusta su mirada italiana, melodramática. Yo soy “gallega”, y en ese sentido me siento superidentificada. Y también me gusta cómo mete el humor y cómo maneja los diálogos de los personajes, el apasionamiento que tiene en encontrar la historia bien desde los actores, buscar esa magia. Uno está haciendo cine para eso, para que aparezca ese duende, como dicen los gitanos, y él lo sabe encontrar.

–Vicuña: A mí me gustó mucho Elsa y Fred, que es un peliculón, y Corazón de león. Creo que Carnevale no le tiene miedo a meterse en zonas tiernas o melodramáticas, cuando aparentemente son lugares comunes que el cine no tiene que abordar. Él se la banca, y en el caso de nuestra película, trabaja fibras emocionales, es un drama romántico con todas sus letras, donde los protagonistas se miran, se desean, lloran y les pasan cosas. Hay que bancársela introducir personajes al borde del costumbrismo con lo bueno y lo malo que tiene. En el caso de nuestra película, le da realidad, le da humor descomprime y la hace más cercana.

El momento del cine nacional

El estruendo generado por la serie El Eternauta dejó planteada una paradoja por el buen momento de la producción audiovisual local, mientras en paralelo el Incaa está padeciendo un fuerte desfinanciamiento y la ficción en televisión también está paralizada.

Díaz y Vicuña, figuras populares de larga trayectoria en cine y televisión, no le esquivan al asunto y dejan su punto de vista.

“La televisión en los canales de aire cambió. Creo que no se hace tanta ficción por que muchas series ahora son de plataforma. El Eternauta podría haber sido un unitario o una película, pero fue una serie de plataforma. Es doloroso también ver que se pierden espacios de ficción, porque también la televisión se sigue mirando, pero no se mira ficción, y eso es una pena. Estaría bueno que se pudiera mantener algo de ficción”, empieza diciendo Julieta.

Y respecto al Incaa, aclara que no tiene ninguna intención de hacer política partidaria, pero deja su veredicto. “Había que revisar un montón de cosas en este país con respecto a algunos manejos, más allá del peronismo o el antiperonismo. Lo sabíamos todos y todas, y en el Incaa había que revisar cosas, como había que revisar en un montón de instituciones privadas también. Pero cuando vos tenés un enfermo, lo curás y no lo matás. Es lo que habría que haber hecho”, interpreta.

“Que este sea el año en que se hayan hecho cero películas y que eso para nuestro Gobierno sea un orgullo, es una pena enorme. No tiene que ver con ningún partido político, hemos filmado películas con Macri, con Menem… no tiene nada que ver”, completa la actriz.

Igualmente, Díaz asume que tanto ella como Benjamín son unos “bendecidos”, integrantes de un reducido grupo de intérpretes a los que no les falta el trabajo, e incluso pueden decir “esto me gusta, esto no me gusta”. Y a la vez, remarca que la producción audiovisual es un trabajo que emplea a mucha gente en distintos rubros.

Vicuña cree, optimista, que, más allá de las dificultades circunstanciales y los cambios de paradigmas, la pulsión creativa de contar historias no se puede frenar. “Eso sigue estando, quizás más vivo que nunca, y es muy importante tener la inteligencia de saber adaptarse. A todos nos da un poquito de vértigo, cuando uno vive ciertos cambios de paradigma o de mutaciones en los hábitos de consumo de las personas. Nos estamos reinventando como actores, hoy vemos, por ejemplo, que los teatros están llenos. No digo con esto que estoy ni satisfecho ni contento. Y también, por otro lado, la carrera del actor siempre fue difícil, compleja y superinestable”.

–“Granizo”, una de las películas anteriores de Marcos Carnevale, fue top 1 de habla no inglesa en Netflix en el mundo. ¿Se animan a tirar un número para “Corazón delator”?

–Vicuña: Me encantaría que nos sorprendiera, más allá de los números, porque si no, volvemos a una cosa que tanto detestamos en los ’90 y 2000, de imperio del rating. Nos vamos a transformar en unos enfermos como pasaba con el minuto a minuto. Ojalá que la película pueda conquistar otros mercados, funcione, pero también yo me quedo con eso de que pueda transformar vidas, genere conciencia sobre donación de órganos, que la gente pueda emocionarse. Es una película que invita a una cosa íntima más que un súper-bestseller explosivo.

–Díaz: Siempre uno tiene ganas de que sea una bomba, por supuesto, pero la verdad es que lo que siempre festejo es que la gente la disfrute lo más que pueda, ya con eso va a ser una alegría.

–Vicuña: Y que después nos manden un mensajito en nuestras redes.

–Bueno, en sus redes ya se mezclan muchos mensajes sobre situaciones familiares e íntimas, sobre todo de vos, Benja. ¿Hay una especie de derecho de opinar de todo en redes que ustedes padecen?

–Díaz: Hay una cosa muy de la posverdad, de que yo agarro el teléfono y digo: ‘Fui a comprar medialunas a la esquina, estaban quemadas’. ¿Sabés qué? ¡A quén le importa tu opinión! Podemos hacer un llamado a la solidaridad y decir “bajemos un poco los decibeles”.

–Vicuña: Es difícil, ya está encarnada la cosa. Pero le pasa a todo el mundo. Por eso es tan importante para los actores cuando se pueden conectar con el trabajo que hacemos con los personajes. Porque si no, detrás de los personajes están los actores que tienen una opinión política, que muchas veces acá decís ‘mu’ y se arma un quilombo, o están las vidas privadas, o están las historias sentimentales.

–Díaz: Acá después son rechupamedias de Estados Unidos, y allá no pasa eso. La gente no le hace bullying a los actores por su opinión. Se subió una vez Meryl Streep disfrazada de Trump a los Oscar, cargando al presidente; salió Robert De Niro a decir “fuck Trump”… y no pasó nada.

Para ver

Corazón delator. (Argentina, 2025),

Dirección: Marcos Carnevale. Elenco: Benjamín Vicuña, Julieta Díaz, Gloria Carrá, Peto Menahem, Yayo Guridi, Bicho Gómez.

En Netflix. 89 min.

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