Anunciaron aumento para residentes del Garrahan, pero los gremios advierten que agrava la situación

En medio de un extendido conflicto salarial, la administración del Hospital Garrahan comunicó este domingo un aumento para los médicos residentes, elevando sus sueldos a $ 1.300.000 a partir del 1° de julio.

Dicho sector, según informó Infobae, cobraba $ 797 mil en mano hasta este mes. Acorde a lo explicado por fuentes gubernamentales, sobre ese número el Garrahan transfería alrededor $ 200 mil de bono. Ahora, se decidió que ese monto ascienda a $ 500 mil. Así, se trata de un incremento nominal de $ 300 mil.

El anuncio busca desactivar las asambleas previstas, pero la Junta Interna de ATE señaló que la suba solo para residentes deja afuera a más del 90% de los empleados del hospital, incluyendo todas las profesiones y oficios. Voceros gremiales enfatizaron que el reclamo abarca al personal de planta —médicas, enfermeras, técnicas, imágenes— que no fueron comprendidos en los anuncios.

Conflicto en el Garrahan: el Anuncio y los detalles del incremento

La viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, ya había grabado un video anunciando esta suma días atrás, aunque la comunicación final se postergó.

El comunicado oficial del hospital, difundido este domingo, intentó poner el aumento en segundo plano y enfocarse en un proceso de “transformación profunda” y “limpieza estructural”.

En este marco, destacaron que el incremento es resultado de la planificación presupuestaria y no de las medidas de fuerza, vinculándolos a la “militancia kirchnerista”.

Fuerte crítica gremial

Desde la Junta Interna de ATE, la reacción fue inmediata y contundente. Aseveraron que la suba “excluye a más del 90% de los empleados” y que esta focalización en un solo sector, incluso sin incluir a todos los médicos, no soluciona la situación.

Tras esto, apuntaron que el Gobierno busca “dividir” al personal y calificaron el incremento para residentes como “aún lejos” de lo pretendido.

Pese a esto, ATE ve el anuncio como una “derrota” para el Gobierno, recordando intentos recientes de ilegalizar huelgas por decreto y cómo una huelga indefinida los ha puesto “contra las cuerdas”.

La postura del Gobierno: orden, mérito y lucha contra los “noquis”

El Gobierno, a través de la dirección del hospital, defendió el anuncio y la gestión, en línea con el discurso del presidente Milei. Argumentaron que el aumento es posible gracias al “ahorro estimado como resultado de la reducción de personal fantasma y la eliminación de desvíos presupuestarios”.

La administración del Garrahan afirmó que el conflicto se activó tras la implementación del sistema biométrico de control de asistencia, validado por el ministro de Salud Mario Lugones, para controlar a empleados que supuestamente no trabajan. El comunicado fue tajante: “el Garrahan no será más un refugio de ñoquis, y quien no se presente a trabajar será despedido”. A su vez, remarcaron que la gestión “premia el esfuerzo, no la pertenencia política” y que “quien no asiste, afuera”.

Además, vincularon directamente la situación a la visión de Milei sobre la “casta de militantes y privilegiados” que supuestamente dilapidaron recursos del Estado.

El hospital aseguró estar continuando una etapa de “orden, eficiencia y reconocimiento al mérito” y que cada peso del presupuesto debe estar al servicio de “los que trabajan, no de los que parasitan el sistema”. En este marco, apuntaron que continuarán las auditorías y la “limpieza estructural” en hospitales nacionales.

Garrahan: convocaron una asamblea general

En el marco de este conflicto, el Gobierno ya había advertido que descontaría los días de huelga a los médicos en formación que protesten y que los echarían si superan los cinco días de ausencia. El presidente Milei, en una entrevista, asoció el conflicto directamente con la existencia de “ñoquis”, reduciendo los reclamos a un tema de exceso de empleados públicos.

ATE, por su parte, desmintió cifras de personal difundidas por el gobierno y aseguró que la conciliación obligatoria para trabajadores de planta fue incumplida por el Ejecutivo, que no llamó a negociar y recurre a “amenazas”.

Los delegados sindicales convocaron a una asamblea general para el martes 3 de junio a las 13 horas. Llamaron a la participación de toda la comunidad hospitalaria (planta permanente, contratados y residentes) para definir los próximos pasos. Es en esta asamblea donde se espera conocer si los residentes aceptan el incremento propuesto por el Gobierno o si el conflicto, como advierten los gremios mayoritarios, continuará agravándose.

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