Por qué los noctámbulos tienen mayor riesgo de sufrir depresión

Las personas que prefieren quedarse despiertas hasta altas horas de la noche -lo que la ciencia llama “cronotipos vespertinos”- presentan un mayor riesgo de depresión. No es una novedad, pero ahora un nuevo estudio aporta pistas sobre los mecanismos detrás de esa relación.

La investigación, publicada en la revista científica Plos One y realizada por expertos de la Universidad de Surrey, Reino Unido, analizó a más de 500 estudiantes universitarios. Los datos revelaron que los noctámbulos tienden a dormir peor, tomar más alcohol y practicar menos la atención plena. Y esos factores, combinados, se vinculan con mayores niveles de depresión.

Lo que dice la ciencia sobre los “búhos nocturnos”

Los investigadores trabajaron con 546 estudiantes que completaron un extenso cuestionario en línea. Se midieron variables como:

Calidad del sueñoNivel de atención plena (mindfulness)Consumo de alcoholTendencia a la rumiación mentalSíntomas de depresión y ansiedad

Los resultados confirmaron lo que otros trabajos ya venían señalando: los cronotipos vespertinos tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir depresión.

Pero lo interesante de este nuevo estudio es que va un paso más allá. Sugiere que esa mayor vulnerabilidad emocional se debe, en parte, a una combinación de malos hábitos: dormir poco o mal, beber más alcohol y prestar menos atención consciente al presente.

¿Es reversible? La clave estaría en tres hábitos

A pesar de que el estudio tiene limitaciones (por ejemplo, no se puede asegurar una relación de causa y efecto y se hizo solo con estudiantes), los hallazgos son valiosos porque apuntan a posibles vías de prevención.

Mejorar el sueño, reducir el consumo de alcohol y practicar mindfulness podrían ayudar a mitigar el riesgo de depresión, especialmente en jóvenes adultos que tienden a trasnochar.

Los autores destacan la importancia de actuar sobre estas variables modificables, sobre todo en contextos universitarios, donde las exigencias académicas y sociales suelen favorecer los horarios nocturnos.

Qué tener en cuenta si te cuesta dormir temprano

Si sos de los que se activan de noche, no hace falta que cambies tu personalidad. Pero sí podés prestar atención a estas señales:

¿Dormís al menos 7 horas por noche y te sentís descansado al despertar?¿Tu consumo de alcohol es ocasional y moderado?¿Tenés momentos de pausa mental durante el día, sin pantalla ni multitarea?

Pequeños cambios en la rutina pueden tener un gran impacto en la salud mental. Y este estudio es un recordatorio más de que dormir bien no es un lujo, sino una herramienta de bienestar.

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