Iniciaron una startup basada en IA en Córdoba y en poco más de un año ya tienen fondeo internacional

Con una base de operaciones situada en Córdoba, Bugster es una startup que logró en poco más de un año captar inversiones de fondos internacionales y establecer una cartera de clientes en distintos países.

De la mano de sus fundadores, Facundo López Scala e Ignacio Solorzano, CEO y CTO de la firma, respectivamente, Bugster ofrece a los desarrolladores de software una solución de testing automatizado basada en inteligencia artificial (IA).

La empresa tiene como objetivo principal mejorar los programas y reducir el tiempo dedicado a las pruebas de calidad.

Según sus fundadores, mediante un agente autónomo que automatiza los test de software utilizando IA, esta solución reduce hasta 80% el tiempo dedicado a crear y mantener pruebas.

En rápido crecimiento

Bugster nació a fines de 2023, cuando López Scala y Solorzano trabajaban para distintas empresas.

“Hacer lo que estamos haciendo requiere mucha inversión y al principio nosotros lo financiamos con nuestro trabajo de ese momento. Después, en julio del año pasado, entramos a una aceleradora de Australia y ahí ya pudimos renunciar a nuestros trabajos y concentrarnos full time en este proyecto”, contó López Scala.

En septiembre de 2024, Bugster presentó su solución en el Demo Day de Startmate en Australia, mostrando su propuesta a una audiencia internacional.

Posteriormente, la startup recibió inversión de fondos internacionales como 500 Global y Galileo Ventures.

“Nos dimos cuenta de que las pruebas de software eran un cuello de botella para muchos equipos; precisamente, Bugster nació para resolver ese problema de manera inteligente y escalable”, aseguró el CEO de la firma.

López Scala puso como ejemplo el caso de un e-commerce que lanza una versión nueva de su aplicación. La solución tradicional es que el testeo de esa nueva versión se realice prácticamente a mano, lo que puede llevar horas o días, dependiendo de la situación.

La propuesta de Bugster es llevar a cabo la prueba de software de manera automática, entrando a la aplicación, efectuando flujos críticos y chequeando que todo funcione como corresponde en mucho menos tiempo.

A la vez, la misma naturaleza tecnológica de esta solución hace que sea necesaria una actualización constante.

“De hecho, todas las empresas que están usando hoy Bugster nos proveen casos de usos nuevos diarios, por lo que la solución sigue evolucionando con cada día que pasa”, manifestó López Scala.

Con presencia internacional

En la actualidad, la firma tiene 12 clientes de México, Colombia, Argentina y Australia, aunque el objetivo a largo plazo es llegar también al mercado de Estados Unidos.

El CEO de Bugster explicó que por el momento la empresa tiene una oficina en Córdoba, desde donde se maneja la proyección global.

Al respecto, añadió que “esta solución es algo que se puede aplicar en forma remota, siendo nuestro mercado final Estados Unidos, para lo cual tenemos en mente realizar a futuro un viaje a San Francisco, California”.

En el marco de su rápido crecimiento, Bugster se encuentra hoy por hoy en una etapa en la que busca asegurar que el producto sea sólido y escalable.

Para ello la firma se enfoca en las empresas en las que cuenta con más llegada para pulir la solución y actualizarla permanentemente.

Los planes a futuro

Con un equipo conformado por López Scala, Solorzano y tres ingenieros de software, Bugster tiene como objetivo a mediano plazo optimizar la solución que brinda.

“Hacia el futuro lo que queremos es que el servicio que proveemos sea autónomo, es decir que directamente entienda qué es lo que tiene que testear, qué es lo que hay de nuevo en una aplicación y que lleve a cabo las tareas por sí mismo”, adelantó López Scala.

El CEO de la firma destacó que, más allá de la rapidez y grado de automatización con que ya cuenta la solución, la idea hacia adelante es dar un paso más e integrarla en el mismo desarrollo del software.

El referente resaltó además que la IA hace que cada vez sea más fácil desarrollar una aplicación, por lo que una tarea que antes tal vez necesitaba un equipo de 10 personas hoy solo requiere la intervención de pocos ingenieros, al tiempo que el trabajo se realiza mucho más rápido.

“El problema empieza cuando querés ver si lo que estás haciendo en materia de software realmente funciona. Esas pruebas de calidad van a ser lo más importante en los próximos años y nosotros lo que queremos es que testear sea lo más fácil posible para el desarrollador”, cerró López Scala.

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