Las crudas confesiones del delantero cordobés que recuperó la felicidad en Racing

El cordobés Luciano Vietto es uno de los talentos surgidos del predio Tita Mattiussi. Debutó en octubre de 2011 y compartió equipo con figuras como Rodrigo De Paul, Ricardo Centurión, Luis Fariña y Bruno Zuculini. Con goles y talento, se ganó el cariño de los hinchas de Racing y una transferencia millonaria al Villarreal de España.

Su carrera en el exterior tuvo altibajos, al punto de que llegó a considerar dejar el fútbol. Pero en 2024, con 30 años y su tercer hijo recién nacido, tomó la decisión de regresar al club de sus amores. Desde el primer momento, supo que había elegido bien. Su retorno se coronó con la Copa Sudamericana y, poco después, con la Recopa, donde marcó un gol en la ida y jugó la vuelta a pesar de una lesión en el isquiotibial izquierdo.

“Estoy en el momento más feliz de mi carrera por lo que vivo en Racing, por todo lo que me está generando. Es el momento que más estoy disfrutando. Y no sólo pasa por lo futbolístico, hay algo sentimental: puedo estar con mi familia, que viene a la cancha con mis hijos. Me está tocando participar bastante, estamos consiguiendo títulos. No me tocó en otro momento de mi carrera tener una situación similar a ésta”, confesó en una entrevista con Olé.

El difícil camino de regreso

Decidir volver a Argentina no fue fácil para Vietto. “Hacía seis meses yo estaba en España sin saber qué hacer. Quería tomar la decisión correcta. Tenés que pensar en muchas cosas. Una vez acomodados todos esos miedos y la incertidumbre, pude tomar la decisión. Y estoy muy contento con la decisión que tomé”, relató.

Además, reconoció que las dudas sobre la seguridad en Argentina influyeron en su análisis. “Mi mujer es española, venir a Argentina con todo lo que se habla fuera del país, de lo que es la inseguridad, ese tipo de cosas… Después pienso que no es tan así como se habla afuera. Volví a la Argentina y la veo muy linda, muy bien. Y también hay una cuestión que el fútbol argentino no es fácil”, reflexionó.

Adaptarse nuevamente a la intensidad del fútbol local también fue un desafío: “Uno viene de otro tipo de fútbol. A mí me tocaba estar justo en un fútbol que es bastante diferente a lo que se vive acá en la Argentina. Pero bueno, siempre confiando en uno, en las características y también en las ganas de volver. Si uno está con ganas y convencido, creo que todo es posible”.

Un pasado difícil y un presente renovado

Aunque hoy disfruta su mejor momento, años atrás Vietto atravesó una crisis que lo llevó a cuestionar su futuro en el fútbol. Su segundo año en Al Shabab de Arabia Saudita, en 2022, fue particularmente duro:

“Mi segundo año en Arabia fue durísimo. Hasta pensé en largar el fútbol. Me parece increíble, pero en algún momento lo pensé… Y en Europa entraba a la cancha y no me encontraba, la pasaba mal, no me sentía enfocado en el fútbol. No sabía lo que estaba haciendo dentro de la cancha. Parece increíble que siendo joven se me pasara eso por la cabeza. Si me escuchás a mí o a varios futbolistas, verás que tuvieron ese tipo de problemas. Suelen pasar ese tipo de cosas y se necesita ayuda”, admitió.

Hoy, Vietto es otro jugador. “Soy un jugador más maduro, con otra mentalidad, con experiencias en la vida, buenas y malas”, aseguró. Su regreso a Racing no fue inmediato: en la Copa Sudamericana apenas jugó dos partidos como suplente ante Athletico Paranaense. Pero en 2025, tras la salida de Juan Fernando Quintero, encontró su lugar como mediapunta.

“Siempre se me tuvo como centrodelantero, pero esa realmente no es mi posición natural. Soy segunda punta o número 10, como quieran llamarlo. Tal vez siendo nueve, muchas veces, depende de los partidos, no te toca participar mucho. A mí me gusta participar, estar con la pelota”, explicó.

Su rendimiento lo avala: cuatro goles y una asistencia en siete partidos. Entre ellos, un penal clave en la Recopa Sudamericana ante Botafogo. Sin embargo, sufrió un desgarro que casi lo deja fuera de la vuelta, aunque hizo todo lo posible por jugar: “Jugué desgarrado la final con Botafogo en Brasil y agravé la lesión”.

Ahora, su presencia en el clásico de Avellaneda del próximo domingo es una incógnita: “No quiero volver a esforzarme y perderme otros tres o cuatro partidos, porque al final estaría jugando un partido cada un mes y no estoy al 100% tampoco. Si me siento en condiciones, voy a jugar; y si no, voy a esperar alguna semana más”, explicó.

Un Racing con mentalidad ganadora

El Racing al que Vietto regresó no es el mismo que dejó hace años. Es un club con una mentalidad más ambiciosa, impulsada por el entrenador Gustavo Costas.

“Cuando ganamos la Sudamericana, lo primero que pensé y dije fue que ‘vamos por más, vamos a la Recopa’. Ganamos la Recopa y dije: ‘Ahora vamos por la Libertadores, por los títulos locales y por todo’. Hay que ir a buscarlo, competir en los partidos que sean. No podemos perder esa ambición, ese hambre de gloria. Eso va a ser lo que nos va a mantener a nosotros y al club en la situación de hoy”, afirmó.

Sobre su técnico, Vietto no escatimó elogios: “Un loco apasionado por el fútbol, por Racing y por lo que hace. Lo que se ve en los 90 minutos de los partidos, lo es en cada entrenamiento. Es el claro ejemplo de un hincha dirigiendo el club de sus amores. Y eso nos lo transmite a nosotros y queda reflejado en la forma de jugar que tiene Racing”.

Luciano Vietto ha encontrado en Racing su lugar en el mundo. Su historia de superación, su amor por el club y su nueva mentalidad lo han convertido en una pieza clave del equipo. Ahora, su gran desafío es seguir escribiendo su historia en Avellaneda, con la misma ambición que lo llevó a volver.

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