¿Una nueva derecha para 2027?
Toda batalla tiene caídos. Y la batalla política no escapa a la regla. También hay desplazados y postergados que pueden sentir, con razón o no, que sus destinos no son justos ni merecidos. En estas líneas, voy a referirme a quienes ocupan esta categoría dentro del gobierno de Javier Milei.
La figura más importante de este grupo parece ser la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien, aunque no ha roto lanzas con el Presidente, parece mantener una tregua tan respetuosa como fría y distante. No creo que esto sea un camino sin retorno ni mucho menos, pero hay que tener los ojos abiertos y seguir cómo evoluciona esta relación.
La vicepresidenta tiene un perfil nacionalista (no nacionalsocialista, no confundir) y conservador que puede traccionar al sector federal y moderado del peronismo del interior, desde el cordobesismo de Juan Schiaretti hasta los espacios de los gobernadores Carlos Sadir, Ricardo Valdez, Rolando Figueroa, Alfredo Weretilnek, Gustavo Sáenz, Marcelo Orrego, Claudio Poggi y Gerardo Melella. Quizá lo sucedido con Isabelita sea una señal en ese sentido.
También podría aglutinar a los espacios del radicalismo no socialista, como los que lideran los gobernadores Rogelio Frigerio, Ignacio Torres, Alfredo Cornejo y Leandro Zdero, y los del PRO, como Jorge Macri.
El catolicismo también mira con cariño a la vicepresidenta. Y si bien es un sector que cada vez tiene menos peso, aún resulta apreciable.
La segunda figura relevante es Diana Mondino, quien fue canciller hasta hace pocos días y goza de una imagen muy respetada dentro de la población.
Luego aparecen otros actores menos relevantes, como Nicolás Posse, Guillermo Ferraro, Mario Russo, Osvaldo Giordano, Silvestre Sívori, Marcelo Papandrea y Alejandro Cosentino. Podemos sumar a este grupo a quienes, sin ser parte del Gobierno, no han dejado de ser referentes académicos, culturales o sociales que mostraron su apoyo y que fueron desplazados al rincón del olvido.
¿Pueden todos los mencionados, a pesar de sus diferencias, unirse en una elección? No sé si juntos o más bien “rejuntados”, pero en política es bastante frecuente que alguien recoja a los caídos y que todos se amontonen en algún sector. No escapan de esto “todos los espacios de la política argentina”, desde el kirchnerismo hasta el Gobierno actual.
Lo cierto es que hay distintos escenarios posibles.
Que no pase nada. Si los integrantes de la dupla que triunfó en los comicios reencauzan sus relaciones, aquí no habrá pasado nada.Que esta legión de “desterrados” conforme un nuevo espacio por fuera de La Libertad Avanza. Difícil. La batuta al respecto la tendría Victoria Villarruel, la única con clara voluntad política y peso específico para semejante empresa.Que se conforme una línea más “moderada” dentro del partido y se presente como una alternativa a Milei. Esto dependerá de cómo llegue el país a 2027, y quizá de que se produzca un “suavizado de estilo” por parte del Presidente.
Estas líneas sólo pretenden exponer posibles futuros alternativos con demasiada anticipación, acercándome más a la política ficción que a la futurología. ¡Aún no cumple ni siquiera 11 meses de gobierno la actual administración! Pero somos argentinos, y realizar estas elucubraciones es casi un deporte nacional.
* Analista político