Escuela especial cordobesa clasificó a la intancia nacional en la Feria de Ciencias

Sobre calle 25 de Mayo, a pocos metros del polideportivo de Villa Allende, se ubica la escuela “Juana Manso”, la única institución especial de la provincia de Córdoba que clasificó a la instancia nacional de la Feria Anual de Ciencias. En esta edición, presentaron un deshidratador solar de verduras y frutas pensado principalmente para ayudar a bomberos voluntarios y también a personas en situación de calle.

Consiste en un artefacto que deshidrata verduras con luz solar, convirtiéndolas en alimentos deshidratados, sin conservantes, de fácil consumo para situaciones extremas como el combate de incendios. En la fabricación del artefacto trabajaron alumnos y alumnas de cuarto y quinto año de los talleres laborales de Carpintería y Cocina de la escuela.

Los chicos y chicas denominaron a su creación “Te falta sopa”. Gustavo García, el profesor de carpintería, fue jefe de Bomberos de Saldán. Él le comentó a sus estudiantes cómo se armaba la mochila para ir a combatir un incendio: agua, comida de fácil consumo, como picadillo, galletas de agua y sopa instantánea. De allí surgió la idea de crear un artefacto que aporte nutrientes para evitar consumir alimentos ultra procesados.

Creación

Mateo, de 17 años y alumno de la escuela, participó en el armado de la estructura del deshidratador junto a sus compañeros. “El profe nos mostró el disecador de metal que tenía en su casa y nosotros lo copiamos haciéndole algunos cambios. Usamos las máquinas del taller”, le contó el joven a La Voz.

Trabajaron con madera, tela mosquitera y plástico. Tomaron como referencia un antiguo aparato de metal y, trabajando a escala, lo convirtieron usando madera de pino en un objeto portátil. A los costados, le realizaron orificios para evitar la condensación y lo cubrieron con un nylon transparente para que se pueda conservar el calor.

Desde la cocina pasaron por varias pruebas. Cuentan que el invierno no les aportó el sol necesario para poder secar las verduras e intentaron con el horno a diferentes temperaturas. A fuerza de prueba y error, lograron encontrar la temperatura, el sol y el oxígeno necesarios para que el artefacto funcione. Trabajaron con alimentos con sal, azúcar y grasas.

“Nuestras familias nos felicitaron. Fue muy lindo todo el proceso de armado. Trabajamos todos juntos en equipo para ayudar a gente que lo necesita y aprendimos muchas cosas. Cortamos las verduras en rodajas grandes porque después vimos que se achicaban. Descubrimos que la temperatura ideal era de 50 a 60 grados”, relató Antonella, una de las alumnas de cocina.

La idea se enmarca en un contexto de reiterados incendios en la zona y en el arduo trabajo que ejercen los bomberos para apagar las llamas.

Los chicos y sus profes presentaron el deshidratador en la Feria de Ciencias de este año, con fotos y diapositivas que explican su funcionamiento. Luego, los Bomberos Voluntarios de Villa Allende probaron una sopa cocinada con estas verduras y dieron su total aprobación. “Algunos hasta repitieron el plato”, aseguraron orgullosos los alumnos.

La celebración y satisfacción de las familias de cada estudiante es algo que destacan los propios chicos. El próximo paso, además de aspirar a ganar la competencia nacional, es trabajar en la creación de jugos sin conservantes utilizando como materia prima frutas desecadas.

Detrás del taller de carpintería, tienen una huerta con sus primeros brotes y plantines de especies nativas para concientizar sobre su importancia para el ecosistema. En un futuro no muy lejano, quisieran trabajar con el disecador de manera circular: tomar las verduras de la huerta, deshidratarlas y así tener un producto producido plenamente con los recursos de la escuela.

Sobreponerse a la inundación

Las inundaciones del 15 de febrero de 2015 son parte de la historia de la escuela. El río costea y separa la “Juana Manso” del antiguo Anfiteatro de Villa Allende. Aquel fatídico día, el agua arrasó con todo el primer piso de la escuela y se llevó entre tantas cosas, el aula destinada a la carpintería. Después de casi 10 años, los alumnos y alumnas volvieron a tener su propio taller, totalmente equipado, con algunas de las antiguas máquinas recuperadas.

“La escuela especial Juana Manso se ha destacado con su proyecto en las tres instancias, tanto escolar, como regional y provincial. Ahora nos va a representar en lo nacional en el Área de Tecnología. Esto nos enorgullece porque sabemos que hay talento. Celebramos esta iniciativa junto a otros 17 proyectos que van a representarnos en distintas instancias”, le dijo a La Voz el ministro de Educación de la Provincia de Córdoba, Horacio Ferreyra.

“La Feria de Ciencias ha sido una instancia muy importante en el marco del plan educativo que llevamos a cabo. Les ha posibilitado a los estudiantes junto con los docentes desarrollar proyectos vinculados a la tecnología, matemática, ciencia y arte. Aquí se mostró el compromiso que tienen por resolver problemas que acontecen en el campo de lo social, de lo cultural y económico”, finalizó.

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