Fernando Samalea: Deambulo como un gitano solitario
Fernando Samalea ya llegó a Córdoba a bordo de La Idílica, su moto de alta cilindrada, para ofrecer sus “charlas informales”.
De hecho, el músico ya dio una de ellas en el Museo Casa del Che Guevara, en Alta Gracia, un espacio que siempre lo conmovió, y tiene en agenda una más para este jueves 1 de abril en el bar céntrico Sorocabana.
La idea, claro, es contar sus experiencias como baterista, bandoneonista, productor y testigo perfecto de grandes y pequeños proyectos de la música argentina. Y con la misma fluidez que destacan los volúmenes de memorias que publicó hasta hoy: Nunca es demasiado (2019), Mientras otros duermen: Una larga vigilia en el rock (2017) y Qué es un Long Play: Una larga vida en el rock (2015).
“El miércoles pasado, La Docta me recibió en plan fantasía con los baños del Azur. Luego de horas conduciendo a La Idílica por la autopista, me sentí un César de la Antigua Roma a puro Impluvium, Tepidarum y otros deleites acuáticos”, delira Samalea en contacto con VOS.
“Al día siguiente fue el encuentro de Alta Gracia, que tuvo un contexto magistral al haberse realizado donde fuera la casa de infancia de Ernesto Guevara, hoy convertida en Museo. Le estoy muy agradecido a todo el equipo de Villa Nydia, comandado por esas cinco mujeres amables”, añade.
“Como tantos, yo admiro el pensamiento del Che –confiesa-. Sobre todo el de sus épocas ‘pre-boina’, cuando era un médico veinteañero desconocido recorriendo confines sudamericanos. Participó además el escritor Horacio López Das Eiras, autor del libro Rey de los caminos con pormenores bien interesantes de la vida cordobesa de Ernestito”.
Con un background impresionante que va de Charly García a Tony Levin, previo paso por el rock moderno de los ’80, Gustavo Cerati y Benjamin Biolay, Samalea dice que estas charlas informales son el pretexto para salir otra vez a la ruta y estar cara a cara entre quienes amamos el mundo de la música.
“Sama”, junto a Horacio López Das Eiras, autor del libro “Rey de los caminos”, sobre de la vida cordobesa de Ernesto “Che” Guevara. (Gentileza Any Riwer)
“Nada más alejado al modo de ‘conferencia’ o ‘charla didáctica’, tipo clínica musical. Algunos se acercarán curiosos por el rock, tal show de Charly García, una grabación de Cerati o por los Kuryakis y, por supuesto, podré explayarme. Pero quizá ellos mismos terminen contando asuntos propios. Aprendo mucho de ese ida y vuelta, de verdad”, asegura.
“Sería como si la motocicleta cobrase un carácter de carromato circense, yendo de un lugar a otro en un deambular gitano solitario. Salvando distancias, como un astronauta, samurai o caballero medieval protegido con esa indumentaria símil armadura. ¡Al menos en mi imaginación!”, amplía “Sama”, quien se quedará unos días más en nuestra ciudad para grabar con Marian Pellegrino y Any Riwer, ver a los Hipnótica o, simplemente, recorrer sus calles día y noche.
“Está pendiente la charla del jueves 1 de abril en el Café Sorocabana, todo un símbolo ciudadano. ¡Allí desayunábamos en los ochenta con Fabi Cantilo, cuando veníamos de gira con Charly!”, se entusiasma
-¿Y qué pasa al retornar después de tanto rumbo errante?
-Regresaré a Buenos Aires a mediados de abril. Sigo esperando sumarme como baterista a la gira europea del francés Benjamin Biolay, reprogramada por la pandemia. Mientras tanto, he tocado y tocaré con La Portuaria, el Sexteto Irreal, el grupo de Michelle Bliman, Hilda Lizarazu o la artista china Haien Qiu. Además, preparo mi libro de fotografías amateurs 1990-2010, con textos e imágenes de los tiempos de (los discos) Horno para calentar los mares, Chaco y Ninja Mental junto a los Illya Kuryaki & The Valderramas; La Hija de la Lágrima y el MTV Unplugged con García; y Ahí vamos y Fuerza natural con Gustavo Cerati. Lo espero editar antes de fin de año.