Juan Mango, en su propio agujero negro: Es hermoso traer vida en este momento
Este jueves, el mendocino Juan Mango (seudónimo de Juan Saieg), regresa a Córdoba tras un año y cuatro meses de ausencia. La última visita a la ciudad había sido en noviembre de 2019, cuando se presentó en el festival LNG junto a Usted Señalemelo y también con su proyecto solista, el mismo que mostrará una vez más, aunque renovado, en Club Paraguay.
Desde aquella vez, mucho ha cambiado en la vida de Saieg. Durante 2020, y ya instalado en Buenos Aires definitivamente, consolidó su pareja con Vera Spinetta, con quien tuvo su primer hijo, Azul. Además, el encierro obligado por la pandemia y la lejanía de cualquier tipo de gira o proyecto con Usted Señalemelo hizo que el mendocino concentrara sus energías creativas en su faceta solista, que ya cuenta con dos discos (Papet, de 2017; y Ocho envolventes al sol, de 2019).
“Armé esta gira por la necesidad personal de salir a tocar, después de lo que fue este año y medio de no hacerlo”, admite Saeig del otro lado del teléfono, recién almorzado. “También sentí que era una responsabilidad el transmitirle a la gente una bajada de línea de todo lo que personalmente aprendí este año, y de también de mostrar o hacer ver cosas que no se ven simplemente”, define en relación a su decisión de volver a presentarse como solista en el actual contexto.
“Se me ocurrió hacer este set más íntimo, con la guitarra sola, con la que tengo una relación hace un montón años pero que no he mostrado por mucho tiempo: llevar las canciones más desnudas, que suenen realmente como se originan, y eso también da a conectar con un cable a tierra y con una especie de liberación. La idea es meternos todos en un agujero negro y entrar en una. Salir de ahí con un aprendizaje”, resume sobre su intención detrás de esta serie de presentaciones agrupadas bajo el nombre de Black Hole Tour.
-¿De dónde surge ese concepto vinculado a los agujeros negros?
-En realidad estoy en ese concepto con los nuevos temas que estoy haciendo para mi próximo disco. He investigado y flasheado
mucho
en cuarentena acerca de eso. De cómo convergen la luz y la oscuridad, la misma iluminación que da un agujero negro, y también cómo se converge el tiempo dentro. Me llama mucho el indagar el tema.
-Este tipo de temáticas están en tu música. Hay una conexión con lo espacial, ¿no?
-Sí, a mí siempre me llamó mucho la atención el mirar hacia arriba, al cielo, y hacerme preguntas acerca de eso. En toda mi carrera siempre he indagado en la geometría sagrada, ampliando algunas frases, o investigando acerca de eso y tratando de plasmarlo en mis canciones. El espacio me llama mucho a la hora de escribir, siento que tiene la explicación de todo, que es la nada misma (risas).
-Decís que el 2020 fue un año de aprendizaje. ¿Cómo fue la vida en pandemia con la llegada de tu primer hijo?
-Fue un año muy increíble para mí. Siempre me gusta rescatar lo bueno, a pesar de que siempre lo malo está presente, y también fue un año para abajo en algunos momentos, para mí fue increíble poder compartir con Vera este momento. Ver la cara esa de una mujer embarazada y aprender un montón de eso. De conectar con Azul, a quién le hice un tema cuando estaba en la panza. Me inspiró mucho atravesar este momento, y no me deja de abrir la cabeza sobre lo rápido que pasa el tiempo. Nosotros tuvimos un parto natural en casa y fue lo más flashero que viví en mi vida. Tener un hijo no lo supera nada de lo que he vivido. Ahora está acá Azul y también él me está enseñando un montón de cosas que antes no podía ver.
La quietud
Luego de alcanzar la cima continental con la explosión artística de Usted Señalemelo, el año de la pandemia trajo para Saeig la posibilidad de replantear algunas cosas sobre su estilo de vida. Aunque la banda mendocina se mantiene en stand by hasta nuevo aviso, y con el pedido previo de no hacer preguntas vinculadas al trío, el relato del músico es suficiente para entender que su presente está atravesado por otra sintonía.
“Soy y siempre fui introspectivo. Medio que siempre estoy en quietud a pesar de que el movimiento me rodee”, confiesa el artista este jueves cumple 25 años. “Me vino demasiado bien el replantearse la vida que uno tiene, los distintos momentos. Encontrar el balance de eso”, admite respecto a su 2020 personal.
“Fue increíble poder estar así de tranquilo y atravesar el embarazo con Vera. Por elección hubiera estado muchísimo tiempo con ellos, pero al estar forzado también me di cuenta de que cada padre debería hacerlo. También aplicar la cuarentena a todo, a los momentos que realmente importan en la vida: ahora me replanteo si vale la pena salir a menos que sea para algo importante”, asegura, mientras pone el foco en la necesidad de cambiar hábitos de alimentación o de sustentabilidad. “El mundo está en una y todos tenemos que hacer un montón de cosas para cambiarlo”, sentencia.
-Tus dos discos anteriores tiene un sello artesanal y experimental. ¿Por dónde viene el tercero?
-Esto del agujero negro me trae a la cabeza los dos polos opuestos de lo todo: la luz, la oscuridad; lo bueno y lo malo; hi-fi, lo-fi. En este disco tengo ganas de poner en la mesa todo lo que sé hacer y tocar, cómo sé componer, qué temas puedo hacer. No solo de Juan Mango, sino todo lo que he hecho en mi carrera musical. Si bien todo lo de Mango lo he hecho casero ahora tengo ganas de flashear más en el estudio y buscar ese sonido ametrallador, como una pared de metal. Siempre hay más para buscar, para excavar, antes de encontrar el verdadero diamante.
-Más allá de la incertidumbre general, ¿Juan Mango es tu prioridad absoluta a nivel artístico?
-En realidad no soy de atarme a las cosas, para nada. En esta etapa por ahí sí tengo que hacerlo, pero me ato por instantes a cosas y después vuelvo a atarme a otras. Tengo ganas también de hacer un nuevo proyecto, y si se da, también volver a los anteriores. En principio ahora estoy en esta y luego seguiremos en otra, no sé adónde nos llevará la vida. O si se acaba todo (risas). Hay que hacer todo lo más rápido posible.
-Tu hermano Simón también está en un proceso similar de enfocarse en su nuevo proyecto solista, instalado en Buenos Aires y a punto de ser padre. ¿Te acercan más esas similitudes?
-Con Simón hemos compartido casi toda la vida juntos. Por más que seamos hermanos, me refiero a amistades o momentos de la vida. Empezamos a hacer música juntos, y eso también nos conectó mucho más que otras cosas. La música nos conectó realmente, y sé que no vamos a dejar de estar así, aunque a veces las relaciones tienen sus tiempos. Con Simón he estado a la par, y es re loco esto de compartir todo eso. Estamos re en esa y es hermoso traer vida en este momento. Que sean encima dos varones: es una responsabilidad traer dos varones al mundo y enseñarles lo que realmente tienen que cambiar y hacer por el mundo. Y también esto: son dos primos que van a ser casi dos hermanos y dos amigos. Muy loco.
Para ir
Juan Mango se presenta este jueves 25 desdelas 20 en Club Paraguay (Marcelo T. de Alvear 651). Entradas en venta desde $ 2.200 (mesa para 2) en Alpogo.com.