Vesica Piscis: mujeres electrónicas organizadas

Son mucho más que un grupo de dee jays mujeres. Son “un colectivo”, “red de trabajo”, “espacio de contención” y un motor de cambio. A mediados de 2019 un grupo de trabajadoras de la música electrónica decidió organizarse para formar Vesica Piscis y desde ese momento no paran de crecer a base de fuerza femenina y unión férrea. 

María Belén Polanco (productora y una de las fundadoras junto a Agustina Meroi y Andrea Nazaro entre otras) explica que en Vesica se trabaja “como un colectivo, de manera rotativa y colaborativa, proponiendo y ocupando espacios para programar dee jays, fotógrafas y otras artistas”. 

“Buscamos generar trabajo y que se genere a través de una red de mujeres, es decir que si hay una fecha o un espacio para trabajar entre nosotras nos vamos dando lugares porque ocurre que muchos de los trabajos que se dan tienen que ver con el soporte masculino. Queremos cortar un poco eso y ser también soporte nosotras de lo que nos interpela”, agrega.

Además, Vesica funciona como productora y tienen un programa de radio (sábados a las 17 en Radio Las Rosas) que nació en el 2020 con el objetivo de “visibilizar el trabajo de las chicas y también artistas de la ciudad y otros países, e invitar al piso a referentes de la ciudad, haciendo hincapié en las dee jays que están participando en la escena de Córdoba”. 

También brindan un apoyo clave de otras maneras: “Funcionamos como espacio de contención. Es importante para nosotras escuchar las experiencias que atraviesan distintas dee jays y artistas en general. También escuchar a la chica de la barra, la cajera, que vive otras situaciones, para así trabajar en la nocturnidad entre todas. Produciendo y trabajando en los clubes estamos atentas y alertas a lo que ocurra”. 

Vesica y la virtualidad

Aunque el año pandémico fue, por supuesto, muy difícil para todo el ambiente cultural y artístico, no flaquearon y buscaron reforzar su red, además de generar shows en streaming. “Intentamos estar presentes primero como contención psicológica a nuestras artistas, porque para todo el eje cultural no estar activo, ni presentar y dejar de hacer lo que hacés afecta psicológicamente. El feedback del público es condición emocional para su expresión”. 

“Nos juntábamos por Zoom y estábamos al tanto, pero también generamos charlas con contenidos enfocados en la actualidad que nos interesa como eventos sustentables, género, capacitación y producción. Todo referido al eje artístico e independiente. También había charlas sobre cómo generar y posicionar proyectos o música de manera digital al no poder tocar. Participaron figuras del ámbito local e internacional, fue algo muy saludable”, relata Polanco. 

Pero Vesica avanzó aún más en la formación y profesionalización de las artistas: “Empezamos con becas para que dee jays puedan producir su música o productoras masterizar los temas, junto con la Academia La Siesta del Fauno y también gestionamos el lanzamiento de un set de artistas con el sello Estamos felices”. 

“Se convocaron alrededor de 250 artistas que participaron del programa de becas y trabajamos con colectivos de otros países, como Chile y Brasil. Las jurados fueron chicas referentes de la música electrónica de esos países y Argentina. La idea era plantear una red sudamericana, estamos más cerca y es más fácil que se pueda exportar esa música tanto como el artista”, resume. 

Cambios

Al considerar cómo ha evolucionado la situación de las mujeres en la música electrónica desde que Vesica apareció, María reflexiona: “Con la Ley de cupo se avanzó bastante. De repente Vesica está teniendo contactos con quienes programan las grillas de los lugares, dueños, encargados y se ven abiertos a poder recibir esa información y no son ajenos a este reclamo. Obvio cada productor y cada dueño tiene la decisión de programar lo que quiera, pero sienten esta observación de un grupo de chicas, de la productora y el colectivo, al punto que ya les resulta extraño programar solamente con hombres. Se están dando cuenta de lo que sucede y así es como debe ser”. 

“Con algunos te tenías que sentar y comentarles de la Ley, no estaban enterados y hay que hacerlo de determinada forma para que no se lo tomen mal”, aclara Polanco. 

Y desarrolla su visión: “Es importante hacer hincapié en la convivencia que cada una de las chicas y las artistas atravesamos en los eventos, en la música electrónica está muy arraigada la nocturnidad y entre ellos hay ciertos hábitos que deben ser transformados para tener una relación más saludable. Creemos que empezar a visibilizar reclamos de artistas, dee jays y otras trabajadoras sobre los distintos tipos de violencia y machismo que nos impiden trabajar sanamente con dueños y programadores, que en su mayoría son todos hombres”. 

“Ellos deben estar atentos y dar una respuesta contenedora para las mujeres que trabajan con ellos, desde la chica que te cuida la caja, la barman, o la que te hace redes. Es necesario generar políticas de trabajo saludables y estar atentos a los reclamos de las mujeres que se animan a hablar sobre la violencia. Es necesario que se hagan responsables porque la mayoría son hombres y siempre termina siendo un hombre el que tiene el poder”, agrega. 

“Está bueno acompañar y hacerse cargo, porque nosotras recibimos esos reclamos y es momento de que ellos lo puedan ver también y puedan accionar, creemos en eso”, cierra. 

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Andrea Nazaro, Agustina Meroi y María Belén Polanco son parte de Vesica Piscis (Foto: José Hernández)
María Belén Polanco, Agustina Meroi y Andrea Nazaro, productoras y fundadoras de Vesica Piscis (Foto: José Hernández)
María Belén Polanco, Agustina Meroi y Andrea Nazaro, productoras y fundadoras de Vesica Piscis (Foto: José Hernández)