La Sole y una sesión de fotos llena de glamour para Vogue México
Soledad Pastorutti reúne talento, simpatía y un look muy propio. La artista acaba de cerrar una exitosa temporada en Carlos Paz luego de un año lleno de logros: lanzó un disco y batió récords con el streaming que hizo por sus 40 años. Este mes, la Sole llega a la edición de Vogue México con una sesión de fotos a la altura de la prestigiosa revista internacional de moda. La cantante compartió algunas de las postales en su Instagram, donde agradeció a la revista y mencionó a quienes la vistieron.
Los posteos se llenaron de felicitaciones. “Esa! Qué belleza, Sole”, le comentó Natalia Oreiro. Marcela Morelo también elogió la belleza de Pastorutti y “La Bicho”, con quien compartió escenario esta temporada, le dijo, muy a su estilo: “Feró!”.
En la entrevista con la revista, La Sole reflexionó sobre varios temas. “No sé si quiero que la gente me recuerde como una artista, pero sí que mis seres queridos o los que desciendan sepan que tuvieron a una abuela cantante, que disfrutaba mucho de la vida. Vivo en un pueblo muy pequeño, no más de 7 mil habitantes. El recuerdo en un lugar así pasa por cómo se relaciona uno con la gente, la familia”, contó.
En esa línea, continuó: “La muerte es injusta, genera una sobrevaloración sobre la persona que se va. Nos pasa en la cotidianidad con la gente que queremos, y con los artistas. Tiene que ver un poco con acomodar las valoraciones hacia el final. Me pasó con Maradona. Para mí fue siempre un ícono argentino. Pero cuando se fue, se fue también un pedazo de la historia de nuestro país, y a lo mejor yo no estaba de acuerdo con todo lo que hacía, pero nunca dejé de admirar lo que él logró. Nadie llega a un lugar como Maradona porque sí, para mí era uno de esos tipos tocados con la varita mágica o por Dios”.
También habló de ciertos momentos que atravesó en los últimos años: “Yo vivo a mi ritmo, no al de los demás. A los 39 no me respondía la voz, todo lo pujante que fui se me apagó en pocos meses. Hice terapia. Descubrí que no me había valorado lo suficiente, era miedo. Estaba convencida de que quería dar un paso más allá, pero no sabía si podía lograrlo. Fue difícil ubicarme en un mapa tan femenino, porque siempre fui una mujer aguerrida. Nadie me frenó. Sentí que para las guerreras de hoy yo era como una persona que había quedado en otra época, también por el género musical. Estoy recuperando mi seguridad. Desde chiquita siempre quise caerle bien a todo el mundo, cuando el cantar pasó por lo estético me sentí, en un momento, la pueblerina. La niña del interior que llegó a tener éxito se dio cuenta que había gente que la miraba como un bicho raro. Hasta que un amigo me empezó a ayudar y ahora disfruto de las entregas de premios, del juego; de darme cuenta que no porque un día me ponga un tacón alto y vestido voy a dejar de La Sole”.