Una historia sobre cómo el festejo de cumpleaños de una niña se vuelve un aprendizaje para sus padres

Como madres y padres queremos todo para nuestros niños. Darles lo mejor. Ni qué hablar cuando llega su cumpleaños. La ansiedad de ellos se acopla con la nuestra y no nos alcanza el tiempo ni la energía para todo lo que les queremos preparar. Ansiamos que sea un momento inolvidable. Su mejor cumpleaños. Ahora, ¿qué sucede cuando por diferentes motivos creemos que no podremos cumplir con sus expectativas? Es posible que nos preocupemos y nos angustiemos mucho. Pero también puede ser que esta falta nos sirva para darnos cuenta de que estábamos equivocados y que la reacción de ellos nos ayude a aprender muchas cosas.