Entrevista a Dani Guardia: “Al virus le tengo respeto y ‘cagazo’”

Dani Guardia vive la antesala de un nuevo streaming entre el ambiente ruidoso de una obra en construcción. “Estoy terminado mi casita en las Sierras. Estaba en eso antes de que arrancara la pandemia y quedó ahí, pero hace tres semanas que empecé de nuevo”, dice el cantante y guitarrista, que este jueves será parte del show online de la banda blusera Los Mentidores

“Faltaban algunos detalles y me decidí ponerle pilas a esto. Para mover la cabeza y no volverme loco. Como no estoy laburando, al menos vengo acá y me despejo un poco”, añade Guardia, cuya fuente artística prioritaria se encuentra en los márgenes del cuarteto, de nuestra música regional, desde hace casi 25 años. 

“Me despejo con la casita porque estoy encerrado, no hago nada. No voy a los bares, no me junto con amigos. Quiero cuidar a mi vieja, ¿viste? No le tengo paranoia, pero sí un poco de respeto y ‘cagazo’ al virus”, asegura.

-¿Cómo salvaste las papas desde lo económico? 

-Tenía una reserva y, por otro lado, me está salvando Aadi, que se cobra cada seis meses. Como yo tengo varios discos grabados, me corresponden derechos como intérprete y me vienen bastante bien. He zafado. Además, corté el cable, bajé los planes del celular y del seguro del auto, recorté un puchito de acá, otro puchito de allá, y cuando me di cuenta bajé el presupuesto cinco lucas. De esa forma, y con un par de alquileres, me he logrado acomodar. Otra: antes vivía a delivery y ahora aprendí a cocinar. Pero en todos los casos, cuidándome a full.

-Bueno, una de las pocas cosas positivas de la pandemia es que nos obligó a repensar todo. 

-Claro. Yo aprendí cosas… Por ejemplo: tengo un estudio de grabación en casa y no lo sabía manejar del todo. Tengo el (programa de edición) Pro Tools y terminé grabando el tema Falta amor. Lo grabé solo y en pandemia, enviando y recibiendo referencias y sesiones, tocando casi todos los instrumentos. Qué sé yo… No sé tocar el piano, pero te lo grabo… En fin, me pongo a grabar y el pianista, que es arreglador, lo hermosea. Pero la idea acabada se la doy yo.

-¿Y qué representan Los Mentidores en tu mundo privado? Porque hay discos grabados, un tiempo juntos, un streaming programado y un antecedente tuyo en el rock con Vino Mono…

-La verdad, la verdad, la cosa empezó como una joda de tocar con los chicos. La banda Vino Mono la dejé hace dos años y medio porque casi me cuesta la carrera. Porque… ¿Viste cómo es la gente?

-¿Cómo es?

-Se pregunta “¿Qué es lo que hace Dani Guardia? ¿Cuarteto? ¿Rock? ¿Dani Guardia se fue de La Barra y toca rock?” Le busca la vuelta para…  No sé cómo explicarlo, pero lo que sea, me obligó a dejar la banda de rock y enfocarme en el cuarteto, para seguir haciendo lo que hice desde hace 23 años. Dejé de boludear con el rock en los pubs, los acústicos en un barcito. A la mierda, vamos con el cuarteto y los bailes. Y Los Mentidores surgieron en aquel momento: empecé a hinchar las bolas con los chicos, pero siempre aportando como invitado. Cuando puedo, voy a tocar la viola y a cantar. Y si da para grabar, grabo. No soy un músico  estable, voy cuando puedo. 

-¿Y el blues te tocaba de cerca antes de esta experiencia?

-Me encanta el blues… Antes de entrar a Los Mentidores, conocía temas de Pappo, de La Mississippi y de Memphis, nada más. Pero cuando entré al mundo de la banda, me puse a escuchar blues de los primeros años del siglo pasado. Para aprender un poco más, ya sea para la guitarra o para la voz. Me siento identificado con Buddy Guy, por eso de que transmite todo con una sola nota. El tipo estira una sola nota y te parte. 

-Más allá de tu diagnóstico como “músico invitado”, lo grabado por Los Mentidores filtra su personalidad expresiva, como cantante y como guitarrista. Y salís en las fotos…

-Lo que pasa es que quedé acobardado con lo de Vino Mono. En La Barra, mis contactos con el rock pasaban desapercibidos porque no era el centro de atención. En la semana tocaba en la banda de rock y nadie hablaba. Los seguidores míos sólo sabían que yo estaba en una así. Ahora que soy solista, todo pasa por mí y no puedo dejar que se piense “¿Se fue de La Barra para hace rock y blues?” Me acobardé. Esto mismo se lo planteé a José (Palazzo, bajista de Los Mentidores y productor de shows) y me entendió perfectamente. Me dijo “Está perfecto, vos tenés que cuidar lo tuyo”. Por otro lado, este es un proyecto con personajes dentro de la banda: José, para arrancar; Franquito de Cuatro al Hilo; y yo como cuartetero tocando con ellos. Está bueno por ese lado mi aporte. 

Ya que te acercás a las Bodas de Plata con la profesión, es oportuno ir al grado cero de tu formación musical. 

-Arranqué a los 10 años en una academia de folklore, donde me descubrió un profe que me preparó para los festivales. Más de grande, empecé a tirarme a la música melódica y aprendí a tocar la guitarra. A los 12, 13, digamos.  Y ya cuando empecé a crecer me acerqué al rock. Soda Stereo fue una de las primeras bandas que escuché y me voló la cabeza. Mi primo me lo hizo escuchar y le agarré un amor inmediato. A ese amor lo mantengo hasta hoy. Y el cuarteto era algo que sonaba en el barrio y que nos movía al nivel de armar una banda llamada Burbujas, que como duró muy poco tiempo rara vez la nombro en una nota. 

-¿Y cómo te convertís en “profesional”?

-Bueno,  después de ahí, con el batero de Burbujas armo Alto el fuego, una banda de rock. Tocamos por todos los pubs haciendo covers… En Puré, Pizarrón y en María María cuando estaba al frente de la Casa Radical. Fueron cuatro años así hasta que surgió la idea de irme a tocar a Bunos Aires con Comanche. No tenía idea de la cumbia de Buenos Aires. 

-¿Entonces?

-Me la jugué. Había un vecino mío en José Hernández, mi barrio, que tocaba las congas con Gary. Ese loco, que estaba instalado en Buenos Aires, me contacta y me dice “Dani, están buscando un cantante que toque la guitarra y que tenga el pelo largo. Es para una banda de cumbia que la está rompiendo”… Empiezo a ver qué onda, no había Internet, así que me limite a los casetes que este loco me había acercado. “¿Dónde me voy a meter?”, me preguntaba. Pero como había una buena propuesta, debía probar suerte. Tenía 19 y nada me ataba, más allá de la familia. Y me mandé. Estuve un año allá y después sale la oportunidad de cantar en Chébere. 

-Para reemplazar al Toro Quevedo, nada menos. 

-Reemplazar al Toro Quevedo, que se iba de Chébere después de 9 años, fue algo importante para mí y significó una tremenda responsabilidad. Esa sensación se sumó a que la banda estaba enquilombada. Se renovó el público, porque con el Toro se fue mucha gente, pero empezó a ir otra nueva. Pero como ellos estaban con quilombos, no lo supieron aprovechar. Era un proceso… Después vino el reencuentro con el Negro Videla y sacaron cagando a toda la nueva camada. Ahí caí yo. 

-Y ya que estamos en plan de revisionista, vayamos a tus comienzos con La Barra. 

-Se dio cuando estuve a punto de volver a Buenos Aires, para armar algo por mi cuenta. Había empezado ir al baile de La Barra los domingos y “la Pepa” (el cantante Javier Brizuela) me conocía de “Hola y chau” por Chébere. Un día, cuando tenía armado todo para irme a Baires, me llama y me dice “Se va el guitarrista nuestro, si querés, el lugar es tuyo”. Dejé todo y me quedé. Entro como guitarrista y el segundo cantante era Gabriel González. Y cuando se va Gabriel, entro yo. Y de ahí en más, le metemos 14 años seguidos. Fueron 16 en total, 2 como guitarrista, 14 como cantante. 

-¿Y qué referencia tomás para decir que cumplís 23 años de trayectoria?

-Mi ingreso a Chébere. Debería incluir a Comanche, porque es música popular… Pero con Maxi Allende, mi mánager, optamos por algo aproximado a

-¿Qué imaginás para la nueva realidad? Y de paso, ¿cómo te llevás con el formato streaming?

Streaming ya hice uno. Es mucho preparativo para salir hecho o perder plata. Esa es la verdad. A no ser que se trate de una banda o un solista que la esté rompiendo. O un clásico como La Mona, que a esta altura debe haber vendido un montón… Pero es complicado, la gente no se acostumbra. Puede pasar que cinco estén viendo el baile por streaming y sólo haya pagado uno solo. Está bueno para estar presente y, por eso, haré otro antes de fin de año. Con respecto a los bailes masivos, va a pasar mucho tiempo para que sea como antes. Todo depende de cómo siga todo y de la vacuna. Para el verano se podrán hacer cosas al aire libre, calculo. Ya me llamaron para hacer algo en el valle de Anisacate y con la banda entera. 

En vivo. Los Mentidores presentarán esta jueves, a las 22 y por www.enjoylive.com.ar, su disco Tipos Serios. La banda está formada por José Palazzo (bajo), Daniel Guardia (guitarra y voz), Franco Ronchetti (guitarra y voz), Fer Ormeño (armónicas y voz), Diego Mari (guitarra) y Claudio Grimau (batería). Entrada general a $250 más cargo 

Formación de Los Mentidores que afrontará el streaming de este jueves. Dani Guardia es el segundo desde la izquierda. (Gentileza Sepia Fotoagencia)