Eric Davies, creador del festival La Nueva Generación: “La gente tiene que conectarse”
Un año atrás, entre el 15 y el 18 de noviembre de 2019, La Nueva Generación (o LNG) vivía su edición consagratoria y, a la vez, un momento histórico para la música joven argentina de la última década.
“Recuerdo ese día y sé que la pasé increíble. Pero lo miro desde hoy, con todo este contexto, y siento mucha nostalgia”, admite Eric Davies, creador de la marca y desarrollador del festival que convocó a más de 30 mil personas en un fin de semana en su última versión.
“La sensación es como la de algo que se va desvaneciendo. Todo lo construido en estos años es como que va desapareciendo de a poco. No fue un choque porque fue todo muy paulatino y al principio se fue pateando todo cada 15 días. Una vez que se estabilizó todo, se sintió esa cosa arenosa, de estar trabados. Nosotros, que vivimos de hacer, no estamos pudiendo hacer prácticamente nada”, define el productor.
Davies, un agitador cultural que coció su expertise a fuego lento, a fuerza de ensayo y error constante, y que supo captar el cambio generacional y artístico que actualmente se expresa en la renovación del rock y del pop en Argentina, ve en los conciertos y en los festivales una forma de celebración colectiva que es difícil de traducir en otros formatos.
“Hay alternativas, pero no me gustan. Los eventos con distanciamiento son una opción para poder hacer algo, pero no tienen eso que generan los festivales, ese contacto entre la gente, el intercambio y el contagio que se generan. La gente tiene que conectarse”, precisa Davies, quien desde LNG no ha intentado abordar el universo del streaming justamente por esta falta de espíritu colectivo que evidencian las transmisiones de shows.
“Queremos hacer un festival como los que sabemos hacer y hoy no hay perspectivas de nada. Si tiene que ser con 10 mil barbijos y todos rociados de alcohol, lo haremos así. Pero todo lo que podamos producir antes es para llegar a eso”, dice sobre la posibilidad de realizar conciertos con distanciamiento, algo que la marca ha desarrollado incipientemente en Uruguay.
“Allá hay perspectivas de ir abriendo un poco más”, justifica. “Acá está muy trabado, a veces siento que todo se volvió un poco siniestro y que los festivales no se van a poder volver a hacer. El día que nos habiliten, nos ponemos a trabajar de cabeza en una próxima edición”, asegura Davies, quien admite haber planteado al menos cuatro escenarios de posibles versiones para 2020 que se fueron cayendo a medida que la pandemia fue avanzando.
En paralelo
“Ya lo veníamos pensando, era algo que queríamos hacer, que estaba dando vueltas. Y a raíz de todo esto, y viendo que venía para largo, decidimos poner el foco ahí”, dice Davies sobre el nacimiento reciente de LNG REC, la pata discográfica de su marca, que también cuenta con LNG EPIC, una usina de talleres y de conferencias que se estrenó en la histórica versión 2019 del festival.
El sello discográfico de LNG tiene hasta el momento tres artistas en su catálogo: la porteña Clara Cava y el uruguayo Cardellino (ambos con nuevo material editado en las últimas horas) representando a Sudamérica y la española Carlota Urdiales, quien aporta la impronta europea.
“Me sirve para entender la industria musical desde otro lugar. Trabajar con artistas es pensar más a largo plazo, ir haciendo en el día a día”, especifica Davies, quien personifica el carácter de 360° (es decir, abarcando todos los aspectos de la industria, desde la música en vivo a la música grabada) que han ido adoptando los grandes jugadores del mercado.
Sin embargo, “todo tiene que ver con todo”, podría decirse. Porque el creador de LNG sigue haciendo lo que más disfruta, y lo que lo ha ayudado a construir buena parte de sus éxitos. “Nos gusta ayudar a los artistas a crecer. El sello es una pata más de lo que venimos haciendo, que también es management y desarrollo de algunas cosas”, sostiene este descubridor serial de talentos.
Ese mote no es para menos: Davies tiene a Conociendo Rusia o a Perras on the Beach entre sus “primicias”; se mueve desde hace tiempo cerca de Indios, Zoe Gotusso o Juan Ingaramo; y hasta se dio el lujo de programar a un todavía casi ignoto Paulo Londra en la edición 2017 de su festival.
Trabajar en LNG REC fue, también, una alternativa ante la imposibilidad de realizar la versión 2020 de ese evento, que en los últimos años terminó de plasmar una convergencia artística y generacional, y confirmó a propios y a extraños la existencia de una “nueva generación” haciéndose cargo de su propio legado.
–A días de cumplirse un año de la edición bisagra del festival en 2019, ¿qué sentís al respecto?
–Siento que en esa edición convergieron un montón de cosas que venían pasando y que veníamos haciendo desde hace años. Fue muy significativo no sólo para mí, sino también para muchas otras personas alrededor, artistas, equipos de trabajo, managers. Por eso siento que sí fue algo histórico. Se le mostró a mucha gente que se podía tener una banda y aspirar a estar en ese lugar. Me muero de ganas de hacer otro, no veo las horas de que se termine todo esto para poder pensar una nueva edición.