Sus vacaciones en mi casa arruinaron nuestra amistad

Abrir las puertas de tu hogar a otra persona, es un símbolo de confianza, de cercanía y, por supuesto, de hospitalidad. Sin embargo, hay personas que se aprovechan de la buena voluntad y amabilidad de sus anfitriones y consiguen que la persona que les abrió sus puertas, no las quiera volver a abrir nunca más.
Abrir las puertas de tu hogar a otra persona, es un símbolo de confianza, de cercanía y, por supuesto, de hospitalidad. Sin embargo, hay personas que se aprovechan de la buena voluntad y amabilidad de sus anfitriones y consiguen que la persona que les abrió sus puertas, no las quiera volver a abrir nunca más. Genial RSS

