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La tragedia del sumergible Titán “se pudo evitar”, revela la investigación

La tragedia del sumergible Titán, que implosionó en 2023 durante una expedición a los restos del Titanic y causó la muerte de las cinco personas a bordo, pudo haberse evitado, concluyó la Guardia Costera de Estados Unidos en un informe publicado este martes, tras dos años de investigación.

La Junta de Investigación Marina determinó que los principales factores que contribuyeron al accidente fueron el diseño inadecuado del sumergible, la falta de certificación, el mantenimiento deficiente y la ausencia de inspecciones rigurosas por parte de OceanGate, la empresa operadora del Titán.

“Este siniestro marítimo y la pérdida de cinco vidas se pudieron evitar”, declaró Jason Neubauer, responsable de la investigación.

Tragedia del sumergible Titán: investigación revela que la implosión de 2023 era prevenible

La implosión del sumergible Titán, que en junio de 2023 acabó con la vida de cinco personas durante una expedición a los restos del Titanic, pudo haberse evitado.

La investigación señala un diseño inadecuado del casco de fibra de carbono y la omisión de protocolos de seguridad como las principales causas del desastre, desatando un debate sobre la regulación de expediciones submarinas privadas.

Una catástrofe anunciada en las profundidades del Atlántico

El 18 de junio de 2023, el sumergible Titán, operado por OceanGate Expeditions, perdió contacto con su barco de apoyo, el Polar Prince, a 1 hora y 47 minutos de iniciar su descenso hacia el Titanic, a unos 3.800 metros de profundidad.

A bordo viajaban Stockton Rush, CEO de OceanGate; Paul-Henri Nargeolet, experto en el Titanic; el empresario británico-paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman; y el explorador británico Hamish Harding. La Guardia Costera confirmó días después que el sumergible implosionó, causando la muerte instantánea de todos los ocupantes.

ARCHIVO - Restos del sumergible Titán recuperados del océano en el puerto de la Guardia Costera de Canadá en San Juan de Terranova, el miércoles 28 de junio de 2023. (Paul Daly/The Canadian Press via AP, Archivo)

El informe final de la Guardia Costera, presentado el 5 de agosto de 2025, identifica la “pérdida de la integridad estructural del casco de fibra de carbono” como el evento desencadenante.

La investigación destaca que el Titán no fue sometido a pruebas independientes de seguridad, una práctica estándar en la industria. Además, se revelaron múltiples fallas previas: en 2021 y 2022, el sumergible registró 70 y 48 problemas técnicos, respectivamente, incluyendo baterías agotadas y daños en componentes externos.

En una inmersión de 2022, un propulsor instalado al revés hizo que el Titán girara en círculos.

Advertencias ignoradas y una cultura empresarial cuestionada

La investigación expone una serie de advertencias desoídas por OceanGate.

David Lochridge, exdirector de operaciones, testificó que la tragedia era evitable y que sus alertas sobre la inseguridad del sumergible fueron ignoradas. Lochridge señaló que la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) no investigó sus quejas a tiempo. Por su parte, William Kohnen, experto en sumergibles, afirmó que pruebas más exhaustivas habrían identificado defectos en el casco de fibra de carbono, que mostraba una “sustancial separación de capas” tras el accidente.

El documental Titan: The OceanGate Disaster de Netflix, estrenado el 11 de junio de 2025, profundiza en la cultura interna de OceanGate, describiendo un liderazgo autoritario bajo Stockton Rush, quien desestimó críticas por considerarlas obstáculos a la innovación.

Exempleados como Bonnie Carl relataron presiones financieras y decisiones arriesgadas, mientras que el ingeniero Tony Nissen confesó haber sentido presiones para acelerar los preparativos del viaje fatal.

Lecciones para el futuro de la exploración submarina

La tragedia ha reavivado el debate sobre la regulación de sumergibles privados. El Titán operaba en aguas internacionales, lo que le permitió eludir certificaciones obligatorias. Expertos como Victor Vescovo han instado a prohibir que sumergibles no certificados transporten pasajeros comerciales, comparando la necesidad de regulaciones con las de la aviación.

La Guardia Costera espera que su informe final, que incluye imágenes de los restos del Titán y un audio de la implosión captado a 900 millas, impulse estándares de seguridad más estrictos.

En este cuadro tomado en junio de 2023 por la Guardia Costera Estados Unidos de un video proporcionado por Pelagic Research Services, se muestran los restos del sumergible Titan, al centro, en el fondo del océano Atlántico. (Video de la Guardia Costera de Estados Unidos, cortesía de Pelagic Research Services vía AP)

Los restos del sumergible, hallados a 500 metros de la proa del Titanic, mostraron el cono de cola desgarrado y fragmentos dispersos, evidenciando la violencia de la implosión.

Entre los escombros se recuperaron restos humanos, confirmados mediante pruebas de ADN. La familia de Nargeolet presentó una demanda por más de 50 millones de dólares contra OceanGate, alegando negligencia grave.

Un llamado a la responsabilidad en la exploración

La tragedia del Titán, que captó la atención mundial durante la búsqueda de cinco días, subraya los riesgos de priorizar la ambición sobre la seguridad.

Con OceanGate suspendiendo operaciones y la industria bajo escrutinio, el informe de la Guardia Costera busca no solo esclarecer las causas, sino también garantizar que tragedias similares no se repitan. Mientras el mundo espera las conclusiones finales, la historia del Titán se erige como un recordatorio de los límites de la tecnología y la importancia de la prudencia en la exploración de las profundidades.

​La tragedia del sumergible Titán, que implosionó en 2023 durante una expedición a los restos del Titanic y causó la muerte de las cinco personas a bordo, pudo haberse evitado, concluyó la Guardia Costera de Estados Unidos en un informe publicado este martes, tras dos años de investigación.La Junta de Investigación Marina determinó que los principales factores que contribuyeron al accidente fueron el diseño inadecuado del sumergible, la falta de certificación, el mantenimiento deficiente y la ausencia de inspecciones rigurosas por parte de OceanGate, la empresa operadora del Titán.“Este siniestro marítimo y la pérdida de cinco vidas se pudieron evitar”, declaró Jason Neubauer, responsable de la investigación. Tragedia del sumergible Titán: investigación revela que la implosión de 2023 era prevenibleLa implosión del sumergible Titán, que en junio de 2023 acabó con la vida de cinco personas durante una expedición a los restos del Titanic, pudo haberse evitado. La investigación señala un diseño inadecuado del casco de fibra de carbono y la omisión de protocolos de seguridad como las principales causas del desastre, desatando un debate sobre la regulación de expediciones submarinas privadas.Una catástrofe anunciada en las profundidades del AtlánticoEl 18 de junio de 2023, el sumergible Titán, operado por OceanGate Expeditions, perdió contacto con su barco de apoyo, el Polar Prince, a 1 hora y 47 minutos de iniciar su descenso hacia el Titanic, a unos 3.800 metros de profundidad. A bordo viajaban Stockton Rush, CEO de OceanGate; Paul-Henri Nargeolet, experto en el Titanic; el empresario británico-paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman; y el explorador británico Hamish Harding. La Guardia Costera confirmó días después que el sumergible implosionó, causando la muerte instantánea de todos los ocupantes.El informe final de la Guardia Costera, presentado el 5 de agosto de 2025, identifica la “pérdida de la integridad estructural del casco de fibra de carbono” como el evento desencadenante. La investigación destaca que el Titán no fue sometido a pruebas independientes de seguridad, una práctica estándar en la industria. Además, se revelaron múltiples fallas previas: en 2021 y 2022, el sumergible registró 70 y 48 problemas técnicos, respectivamente, incluyendo baterías agotadas y daños en componentes externos. En una inmersión de 2022, un propulsor instalado al revés hizo que el Titán girara en círculos.Advertencias ignoradas y una cultura empresarial cuestionadaLa investigación expone una serie de advertencias desoídas por OceanGate. David Lochridge, exdirector de operaciones, testificó que la tragedia era evitable y que sus alertas sobre la inseguridad del sumergible fueron ignoradas. Lochridge señaló que la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) no investigó sus quejas a tiempo. Por su parte, William Kohnen, experto en sumergibles, afirmó que pruebas más exhaustivas habrían identificado defectos en el casco de fibra de carbono, que mostraba una “sustancial separación de capas” tras el accidente.El documental Titan: The OceanGate Disaster de Netflix, estrenado el 11 de junio de 2025, profundiza en la cultura interna de OceanGate, describiendo un liderazgo autoritario bajo Stockton Rush, quien desestimó críticas por considerarlas obstáculos a la innovación.Exempleados como Bonnie Carl relataron presiones financieras y decisiones arriesgadas, mientras que el ingeniero Tony Nissen confesó haber sentido presiones para acelerar los preparativos del viaje fatal.Lecciones para el futuro de la exploración submarinaLa tragedia ha reavivado el debate sobre la regulación de sumergibles privados. El Titán operaba en aguas internacionales, lo que le permitió eludir certificaciones obligatorias. Expertos como Victor Vescovo han instado a prohibir que sumergibles no certificados transporten pasajeros comerciales, comparando la necesidad de regulaciones con las de la aviación. La Guardia Costera espera que su informe final, que incluye imágenes de los restos del Titán y un audio de la implosión captado a 900 millas, impulse estándares de seguridad más estrictos.Los restos del sumergible, hallados a 500 metros de la proa del Titanic, mostraron el cono de cola desgarrado y fragmentos dispersos, evidenciando la violencia de la implosión. Entre los escombros se recuperaron restos humanos, confirmados mediante pruebas de ADN. La familia de Nargeolet presentó una demanda por más de 50 millones de dólares contra OceanGate, alegando negligencia grave.Un llamado a la responsabilidad en la exploraciónLa tragedia del Titán, que captó la atención mundial durante la búsqueda de cinco días, subraya los riesgos de priorizar la ambición sobre la seguridad. Con OceanGate suspendiendo operaciones y la industria bajo escrutinio, el informe de la Guardia Costera busca no solo esclarecer las causas, sino también garantizar que tragedias similares no se repitan. Mientras el mundo espera las conclusiones finales, la historia del Titán se erige como un recordatorio de los límites de la tecnología y la importancia de la prudencia en la exploración de las profundidades.  La Voz

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