NOTICIAS

Tener un perro mejora la salud de los niños

Una nueva revisión sistemática de más de 50 estudios científicos lo confirmó. Tener un perro en casa mejora significativamente la salud física y emocional de los niños.

El informe fue elaborado por la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona y se presentó en el Canine Science Forum 2025, celebrado en Hamburgo.

Según los investigadores, el contacto diario con perros favorece el juego al aire libre, reduce el aislamiento social y fortalece el vínculo emocional, factores clave para el desarrollo saludable durante la infancia.

Más movimiento, menos pantallas

Uno de los datos más contundentes surge de un estudio realizado en Australia durante la pandemia por Covid-19: las familias que convivían con perros salieron más de sus casas, caminaron más y pasaron más tiempo en la naturaleza.

“En un contexto donde los chicos pasan cada vez más tiempo frente a las pantallas y menos jugando al aire libre, los perros actúan como un puente natural hacia un estilo de vida más activo y saludable”, afirma Elena García, coautora de la investigación.

Un estudio internacional confirma que convivir con perros mejora la salud física y emocional de los niños, reduce el sedentarismo y el aislamiento.

Un antídoto contra la soledad infantil

Además del impacto físico, el vínculo emocional con un perro ayuda a los niños a sentirse acompañados y seguros, algo especialmente relevante en tiempos de crisis o cambios sociales. “Lo que nos demuestra la ciencia es que, incluso en situaciones difíciles, el perro puede ser un aliado clave del bienestar”, señala Jaume Fatjó, director de la Cátedra.

Según datos de Unicef, el 80% de los niños en el mundo juegan al aire libre menos de lo recomendado, y el tiempo que dedican al juego se redujo a la mitad respecto a generaciones anteriores. Frente a este panorama, la compañía de un perro puede marcar una diferencia real.

Beneficios que también alcanzan a los adultos

Los efectos positivos de convivir con un perro no son exclusivos de los niños. Según los estudios revisados, los adultos que pasean a su perro hacen más ejercicio que quienes no lo hacen, y reportan más satisfacción con su rutina diaria.

En Brasil, por ejemplo, se detectó que el 38% de las personas con perro hacen actividad física moderada o intensa, frente al 22% de quienes no lo tienen. En mayores de 60 años, pasear al perro triplica las chances de mantenerse activos.

Además, el vínculo con los animales puede ayudar a estabilizar el ritmo cardíaco y la presión arterial, consolidando el rol de los perros como agentes promotores de salud pública.

​Una nueva revisión sistemática de más de 50 estudios científicos lo confirmó. Tener un perro en casa mejora significativamente la salud física y emocional de los niños. El informe fue elaborado por la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona y se presentó en el Canine Science Forum 2025, celebrado en Hamburgo.Según los investigadores, el contacto diario con perros favorece el juego al aire libre, reduce el aislamiento social y fortalece el vínculo emocional, factores clave para el desarrollo saludable durante la infancia.Más movimiento, menos pantallasUno de los datos más contundentes surge de un estudio realizado en Australia durante la pandemia por Covid-19: las familias que convivían con perros salieron más de sus casas, caminaron más y pasaron más tiempo en la naturaleza.“En un contexto donde los chicos pasan cada vez más tiempo frente a las pantallas y menos jugando al aire libre, los perros actúan como un puente natural hacia un estilo de vida más activo y saludable”, afirma Elena García, coautora de la investigación.Un antídoto contra la soledad infantilAdemás del impacto físico, el vínculo emocional con un perro ayuda a los niños a sentirse acompañados y seguros, algo especialmente relevante en tiempos de crisis o cambios sociales. “Lo que nos demuestra la ciencia es que, incluso en situaciones difíciles, el perro puede ser un aliado clave del bienestar”, señala Jaume Fatjó, director de la Cátedra.Según datos de Unicef, el 80% de los niños en el mundo juegan al aire libre menos de lo recomendado, y el tiempo que dedican al juego se redujo a la mitad respecto a generaciones anteriores. Frente a este panorama, la compañía de un perro puede marcar una diferencia real.Beneficios que también alcanzan a los adultosLos efectos positivos de convivir con un perro no son exclusivos de los niños. Según los estudios revisados, los adultos que pasean a su perro hacen más ejercicio que quienes no lo hacen, y reportan más satisfacción con su rutina diaria.En Brasil, por ejemplo, se detectó que el 38% de las personas con perro hacen actividad física moderada o intensa, frente al 22% de quienes no lo tienen. En mayores de 60 años, pasear al perro triplica las chances de mantenerse activos.Además, el vínculo con los animales puede ayudar a estabilizar el ritmo cardíaco y la presión arterial, consolidando el rol de los perros como agentes promotores de salud pública.  La Voz

+

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *