No estoy segura de ir a la boda de mi hermano porque su prometida metió en problemas a mi esposo
A veces una broma que a alguien le parece graciosa puede no caer nada bien a otra persona. Lo que empieza como un chiste sin mala intención puede terminar siendo algo molesto, incómodo o hasta hiriente, sobre todo si toca temas personales. No todos se toman las cosas iguales, ni tienen reacciones esperadas, y eso que parece una “bromita” puede hacer que alguien se sienta ofendido o que se arme una discusión innecesaria. Es fácil cruzar la línea sin querer cuando no se mide el impacto de las palabras.Cuando estas cosas pasan entre familiares políticos, como concuños o cuñados, la cosa se complica todavía más. Ya no es solo entre dos personas, sino que puede afectar el ambiente familiar completo. Una mala broma puede crecer y convertirse en un problema serio, generar distancias o incluso hacer que alguien decida no ir a una reunión importante. En este caso podemos ver lo que una broma mal pensada ocasionó.
A veces una broma que a alguien le parece graciosa puede no caer nada bien a otra persona. Lo que empieza como un chiste sin mala intención puede terminar siendo algo molesto, incómodo o hasta hiriente, sobre todo si toca temas personales. No todos se toman las cosas iguales, ni tienen reacciones esperadas, y eso que parece una “bromita” puede hacer que alguien se sienta ofendido o que se arme una discusión innecesaria. Es fácil cruzar la línea sin querer cuando no se mide el impacto de las palabras.Cuando estas cosas pasan entre familiares políticos, como concuños o cuñados, la cosa se complica todavía más. Ya no es solo entre dos personas, sino que puede afectar el ambiente familiar completo. Una mala broma puede crecer y convertirse en un problema serio, generar distancias o incluso hacer que alguien decida no ir a una reunión importante. En este caso podemos ver lo que una broma mal pensada ocasionó. Genial RSS