La recaudación mejora y se despeja el camino inmediato de Llaryora

Los números preliminares que maneja el Gobierno provincial son alentadores en materia de recaudación de febrero. Así es, cuando resta una semana para finalizar el segundo mes del año, los datos de los principales recursos tributarios hablan de un nuevo periodo positivo, por lo que el Panal encadenaría cuatro meses seguidos de mejora de ingresos respecto de la inflación.

Se combinan varios factores. Por un lado, un freno en la caída del nivel de actividad en los últimos meses y, por otro, el hecho de comparar con los peores registros de un año atrás, cuando se disparó la inflación luego de la devaluación del peso cuando asumió Javier Milei en Balcarce 50.

Los impuestos ligados a la actividad económica, básicamente IVA, Ganancias, Ingresos Brutos y Sellos, estaban en números positivos en el último corte de la semana pasada, lo mismo que los patrimoniales (Automotor e Inmobiliario).

La coparticipación de IVA y Ganancias y la recaudación de los impuestos propios representaron en 2024, en conjunto, el 79% del total de los ingresos de la administración de Martín Llaryora.

Distorsiones y expectativas

Los últimos datos precisados a La Voz desde el Ministerio de Economía y Gestión Pública dicen que tanto Ingresos Brutos como las transferencias de IVA y Ganancias le están ganando a la inflación interanual, aunque desde esa cartera también advierten que hay que mirar con cuidado el nivel de crecimiento por una distorsión comparativa importante.

“La recaudación del mes viene bien, aunque todavía en febrero los números con los que se compara están distorsionados por el cambio que hizo la Nación con la deuda de los bancos, cuando se eliminaron los pasivos remunerados por títulos”, explicaron desde el Centro Cívico. “Ya en marzo, esperamos que la información esté más ‘limpita’ con el cambio de criterio de cambiar pases por títulos públicos”, agregaron.

Hay que recordar que al eliminar los pasivos remunerados del Banco Central (préstamos a corto plazo entre los bancos comerciales y la autoridad monetaria), los gobiernos provinciales, incluido Córdoba, perdieron los recursos que recibían por gravar con Ingresos Brutos esa operatoria.

Para el mes que viene, la expectativa es que Ingresos Brutos mejore aún más, ya que se va a empezar a comparar con marzo de 2023, cuando el sistema financiero ya no representaba el 30% de la recaudación de Ingresos Brutos, como hasta febrero, sino la mitad.

Aclarando

Con febrero, Llaryora cerrará el cuarto mes seguido con subida real de los recursos, un hecho inédito para una gestión que se vio marcada desde el minuto cero por el derrumbe de los ingresos con la crisis del año pasado.

El repunte, además, se está produciendo cuando el Gobierno provincial negocia con los docentes la pauta salarial. “Llaryora no puede ahora decir que no tiene plata, como hizo el año pasado para justificar el recorte de los sueldos”, argumentan desde la UEPC para sostener el conflicto en el inicio de las clases.

Antes de la recuperación de los ingresos que comenzó en noviembre, hasta septiembre del año pasado (último dato disponible), los números de la Provincia mostraban un escenario complicado: ingresos tributarios y no tributarios muy golpeados, gastos corrientes “pisados” para sostener el superávit primario, fuerte impacto del déficit de la Caja de Jubilaciones, paulatino cambio de deuda en dólares por pasivos en pesos y reinversión financiera para cubrirse ante un potencial empeoramiento de la crisis.

Sí se advertía, allá por septiembre, una leve recuperación de la obra pública, luego de un primer semestre en el que la crisis la había paralizado casi por completo.

El mayor nudo

Con los ingresos mejorando y el frente vinculado a los maestros que en el Panal esperan resolver en breve, el mayor problema es la deuda. No es un dato menor: 79% vence en el corto plazo, es decir, en los próximos cinco años, y de ese total, el 45% se debe abordar en 2025.

Además, el 92% del pasivo cordobés está nominado en moneda extranjera, fundamentalmente en dólares, lo que no sería grave mientras no haya una devaluación.

La buena noticia, en enero, Moody’s mejoró las calificaciones de seis sub-soberanos argentinos, entre ellos, la deuda de Córdoba.

Por ahora, la lógica para abordar ese frente será similar a la de 2024: sólo habrá colocaciones de nueva deuda para infraestructura y se continuará la estrategia de atender los vencimientos en dólares con financiamiento del mercado doméstico. Guillermo Acosta, ministro de Economía de Llaryora, dijo el mes pasado que por esta vía se atenderán los vencimientos de U$S 120 millones en junio y de casi U$S 250 millones en diciembre.

Está prevista la emisión de un bono por $ 320 mil millones a 36 meses –podría ser a 48 meses si las condiciones de mercado lo permiten– y también es muy posible que haya una emisión de letras que puede llegar a los $ 300 mil millones.

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